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Cómo preparar a tu gato para un examen veterinario anual

John Burke / Getty Images

Los gatos no son mascotas fáciles de mantener. Requieren el mismo cuidado cariñoso que los perros, las aves y las mascotas exóticas . Todos los gatos adultos deben ser revisados ​​por su veterinario al menos una vez al año para un chequeo de bienestar de rutina. Este chequeo anual establece una base del estado físico normal del gato, lo que permite al veterinario detectar fácilmente las diferencias en su condición en caso de enfermedad o emergencia.

Sin embargo, muchos dueños de gatos no los llevan al veterinario anualmente. Esto es especialmente cierto para los gatos que viven solo en interiores, y las razones para omitir la revisión varían considerablemente. La salud de tu gato requiere visitas regulares. Hay maneras de superar los obstáculos más comunes y es bueno saber qué esperar en el veterinario.

Antes de empezar

Muchos dueños de gatos dudan en llevarlos al veterinario porque tienen dificultades económicas y simplemente no pueden costear la atención veterinaria de rutina. En este caso, hable con el veterinario sobre las opciones de pago o sobre la posibilidad de solo brindarle a su gato servicios básicos de revisión. Además, tenga en cuenta que prevenir problemas de salud puede ahorrarle dinero a largo plazo.

A veces, el problema es el gato. Algunos gatos son demasiado temerosos, estresados ​​o agresivos cuando llega la hora de la jaula, por lo que sus dueños retrasan las visitas al veterinario. Quizás quieras probar con un transportín diferente o una estrategia más suave para preparar a tu gato para la visita al veterinario.

Por ejemplo, en lugar de preocuparte porque sabes que tu gato se va a poner nervioso, afronta la experiencia con calma, con muchas golosinas y caricias relajantes. Tu gato percibirá tu actitud más relajada y podría estar más dispuesto a irse sin luchar. Asegúrate de mantener esta calma durante toda la visita al veterinario.

Lo que necesitas

Asegurarse de tener todo lo necesario con antelación le ayudará a reducir el estrés, lo que también puede aliviar la ansiedad de su gato. Prepárese y tenga todo listo la noche anterior a su cita para no tener prisas.

  • Transportín para gatos
  • Muestra de heces
  • Lista de cualquier problema de salud
  • Registros de vacunación previos (si fueron proporcionados por un veterinario diferente)

Ayuda con signos vitales básicos

La primera vez que acuda al examen, el técnico veterinario o asistente generalmente pesará a su gato. Algunas clínicas veterinarias incluso tienen una báscula integrada en la mesa de examen o una portátil para animales pequeños. A continuación, el técnico veterinario le tomará la temperatura con un termómetro rectal. Es posible que le pida ayuda sujetando firmemente la parte delantera del gato.

Proporcionar historial de salud para el examen físico

El veterinario entrará y examinará manualmente las partes clave del cuerpo de su gato: ojos y nariz, boca y dientes, orejas, corazón y pulmones, pelaje, patas y parte trasera. Este es un buen momento para plantear cualquier inquietud de salud que tenga, así como cualquier problema de comportamiento que esté experimentando. Tenga en cuenta que los gatos suelen portarse mal cuando no se sienten bien, por lo que es recomendable descartar posibles causas médicas cuando su gato comience a comportarse de forma anormal.

Se revisarán los ojos de su gato para detectar signos de inflamación o lagrimeo, y las fosas nasales para detectar signos de congestión. El veterinario examinará la boca y los dientes de su gato para detectar inflamación de las encías, exceso de sarro y cualquier anomalía o rotura dental. A continuación, examinará las orejas de su gato para detectar signos de inflamación, enrojecimiento o supuración alrededor del canal auditivo, así como ácaros.

Escuchar el corazón y los pulmones de su gato le permite al veterinario detectar cualquier soplo cardíaco o ruido anormal, como congestión respiratoria. Posteriormente, le peinará el pelaje con un peine antipulgas para detectar rastros de pulgas. Examinar las patas también le permite buscar garras rotas o dañadas, cortes o lesiones en las almohadillas. A continuación, revisará el ano para detectar parásitos y la glándula anal para detectar posibles signos de infección o obstrucción.

Por último, su veterinario palpará cuidadosamente con los dedos los órganos internos de su gato para detectar signos de anomalías, como hinchazón, bultos o protuberancias. Esta es una de las partes más importantes del chequeo de bienestar, ya que los dedos de su veterinario tienen la capacidad mágica de recordar cómo se siente normalmente un gato en particular. Esto facilita la identificación de posibles problemas en futuras visitas.

Espere pruebas de laboratorio

Si esta es la primera visita de su gato al veterinario como adulto, es probable que le realice una serie de análisis de laboratorio. Estos análisis establecerán una línea base del estado de salud normal de su gato y facilitarán la detección de cambios en su próxima cita. Estas pruebas suelen incluir:

  • Hemograma completo (HC):  Esta prueba mide y evalúa el tipo de células que circulan en la sangre, incluyendo glóbulos rojos, glóbulos blancos y plaquetas. En algunos casos, el HC también puede aislar otros microorganismos y parásitos. El HC es útil para detectar anemia, leucemia, infecciones y otras afecciones.
  • Panel de química sanguínea:  El panel de química sanguínea mide los electrolitos, las enzimas y los elementos químicos de la sangre de su gato, como los valores hepáticos y renales.
  • Análisis de orina (AU):  Su veterinario podría sugerir esta prueba, o usted podría solicitarla si sospecha una infección del tracto urinario (ITU) . Un análisis de orina ayudará a su veterinario a detectar la presencia de sustancias específicas que normalmente no aparecen en la orina, como proteínas, azúcar, glóbulos blancos o sangre. También puede ayudar en el diagnóstico de ciertas enfermedades.
  • Heces:  Se examinará un portaobjetos de heces para detectar la presencia de lombrices. Algunos veterinarios le pedirán que traiga una muestra reciente de heces para su análisis. Esto puede ser beneficioso, ya que su gato tendrá que soportar un pinchazo menos en la consulta. Simplemente coloque las heces de su gato en una bolsa de plástico con cierre hermético al limpiar la caja de arena ese mismo día o el anterior.

Tranquilice a su gato para las vacunas principales

Tu gato también deberá tener todas las vacunas recomendadas al día. Los veterinarios y sus auxiliares suelen ser muy buenos distrayendo a los animales mientras administran las inyecciones, por lo que es posible que tu gato ni siquiera note los pinchazos. También podrían pedirte que ayudes a sujetar a tu gato, para lo cual una caricia suave y una voz tranquila pueden ser muy útiles.

Incluso los gatos domésticos pueden escapar al exterior, donde estarán expuestos a posibles peligros. Y, si tienes otros animales en casa, pueden contagiarse entre sí, por lo que las vacunas son importantes. Entre las vacunas recomendadas se encuentran las que protegen a tu gato contra: 

Seguir recomendaciones

Después de su cita, su veterinario le explicará los resultados del examen físico y le recetará medicamentos, como antiparasitarios, si están indicados. También recibirá los resultados de las pruebas de laboratorio, generalmente por teléfono unos días después, junto con las citas de seguimiento necesarias.

Prevención de problemas durante los exámenes

Si tu gato se encoge de miedo al ver su transportín, deja que se acostumbre al objeto antes de ir al veterinario. Coloca el transportín en el suelo con la puerta abierta y pon algunas golosinas dentro. No lo fuerces a entrar. Deja que explore el transportín por sí solo.

El viaje en coche puede ser una de las partes más estresantes de la visita de tu gato al veterinario . Para que esté lo más tranquilo posible, coloca el transportín en el coche justo antes de salir. Unas golosinas, una manta o un poco de hierba gatera también pueden ayudar a reconfortarlo durante el viaje.

Asegúrese de preguntarle a su veterinario cualquier duda que tenga, incluso si surgen unas semanas después. No tendrá que volver a la consulta, ya que muchas preguntas pueden responderse por teléfono. Una buena relación con el veterinario de su mascota es beneficiosa para la salud de su gato y estará ahí para ayudarle durante toda su vida.

No confíe en internet para el diagnóstico de ningún problema de salud como alternativa a la atención veterinaria. Si bien es bueno estar informado, solo su veterinario conoce el historial de su gato y puede darle un diagnóstico preciso.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario de inmediato. Para preguntas sobre su salud, consulte siempre a su veterinario, ya que este ha examinado a su mascota, conoce su historial médico y puede ofrecerle las mejores recomendaciones.

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