La mendicidad es un problema de conducta común al que se enfrentan los dueños de perros. Si bien enseñarle a un perro a mendigar cuando se lo ordenas es un truco simpático, puede resultar frustrante que tu perro te persiga para que le des comida cada vez que le sacas un bocadillo o te sientas a comer. Afortunadamente, hay algunas cosas que puedes hacer para evitar que tu perro mendigue.
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No recompense el comportamiento
Controlar este comportamiento es una de las partes más difíciles para los dueños de perros. Cuando se enfrentan a un par de ojos suplicantes de cachorro, puede ser difícil no ceder de vez en cuando y tirar un pequeño mordisco de su plato o tazón de bocadillos. Desafortunadamente, si cede incluso una vez, será mucho más difícil poner fin a este comportamiento.
Cuando intentes entrenarte para no ceder, puede resultarte útil tener en cuenta la salud de tu perro. Es mucho más fácil resistirte a darle a tu perro restos de comida de tu propio plato si recuerdas que eso puede provocarle obesidad y una serie de problemas de salud a tu mascota en el futuro.
Utilice un comando “Colocar”
Una forma de evitar que los perros pidan comida es enseñarle a ir a su lugar cuando se lo ordenes. El “lugar” puede ser cualquier cosa, desde la alfombra debajo del lavabo hasta la jaula del perro.
Practica esta orden y, cada vez que te sientes a comer, haz que tu perro vaya a su lugar. Si no se queda allí mientras estás comiendo, saca al perro de la habitación (o sal tú de la habitación, si te resulta más fácil) durante un minuto o dos y luego vuelve a intentarlo.
Mantenga al perro ocupado
Puedes guardar un juguete especial, como un Kong de peluche, para dárselo a tu perro durante tus propias comidas. Esto mantendrá al perro ocupado con algo que disfruta y te dará la oportunidad de disfrutar de tu propia comida en paz.
Otra opción es alimentar a tu perro al mismo tiempo que tú comes. Deja la comida en el plato durante toda la comida. Ignora al perro si se acerca a ti y te pide comida. Cuando termines de comer, recoge el plato de comida, ya sea que se lo haya comido o no. Tu perro aprenderá rápidamente que necesita comer su propia comida a la hora de comer si no quiere pasar hambre.
Haz que tu perro trabaje por ello
Muchos adiestradores de perros recomiendan enseñar a los perros a esforzarse por obtener una recompensa, un método que suele denominarse “nada en la vida es gratis”. Las recompensas incluyen comida, atención, paseos y cualquier otra cosa que le guste a tu perro.
Haz que tu perro se siente antes de dejarle el plato de comida o espera hasta que le des el visto bueno antes de que salga corriendo al jardín. Tu perro aprenderá rápidamente los comportamientos que te gustan (es decir, los que le permiten conseguir lo que quiere). Deberías ver menos comportamientos no deseados, como pedir comida, porque nunca recibirás una recompensa por este tipo de comportamiento.
Problemas y comportamiento de prueba
La clave para que un perro deje de pedir comida es la constancia. Si tienes un cachorro que nunca prueba la comida humana, no sabrá lo deliciosa que es esa comida ni lo que se está perdiendo. Es importante que todos los que comen cerca de tu perro estén de acuerdo. Establece una regla en tu casa según la cual nadie le dé de comer al perro nada que no sea su propia comida y golosinas. Cuando tengas visitas, asegúrate de que también lo sepan.
Por mucho que intentes mantener esta regla de no comer en casa, debes estar igualmente atento cuando lleves a tu perro a cualquier otro lugar donde haya comida. Asegúrate de informar a tus amigos y familiares que tu perro no comerá en los picnics, las barbacoas y cuando vengas de visita. Deben respetar tus deseos.
Si quieres llevar este entrenamiento un paso más allá, puedes enseñarle a tu perro a rechazar la comida. Es cierto que esto es muy difícil porque la mayoría de los perros devoran cualquier cosa comestible que puedan morder. En realidad, se trata de un truco divertido en el que tu perro aprende a girar la cabeza hacia una golosina cuando le das una señal verbal como “puaj” y le golpeas la nariz con la golosina . Durante el entrenamiento, el perro no recibe la golosina hasta que usas la palabra de liberación. Con paciencia y constancia, la mayoría de los perros pueden aprender a rechazar la comida de esta manera en unas pocas semanas. Te da una línea de defensa más cuando tu perro pide comida a la gente.