Los perros que padecen otitis o infecciones de oído que no reciben un tratamiento adecuado pueden tener diversas complicaciones potenciales. La otitis se refiere a una inflamación o infección en los oídos y puede ocurrir por muchas razones diferentes. El término “infecciones de oído” es un poco más específico y se refiere a una infección real (bacteriana, fúngica o parasitaria) en lugar de una simple inflamación.
Si bien técnicamente existe una diferencia entre otitis e infecciones de oído, a menudo ambas se presentan simultáneamente y causan complicaciones similares.
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¿Qué pueden provocar las infecciones de oído no tratadas?
Las infecciones de oído que no se tratan pueden propagarse desde la parte externa del oído hasta el oído medio o interno del perro. Cuando la infección o inflamación se propaga al oído medio, se denomina otitis media . Cuando la infección o inflamación se propaga al oído interno, se conoce como otitis interna .
La otitis media provoca síntomas similares a sacudidas y frotamiento de la cabeza, pero también puede provocar síntomas que incluyen parálisis de los nervios faciales del perro, sordera, queratoconjuntivitis seca (“ojo seco”) y síndrome de Horner. El síndrome de Horner consiste en caída del párpado superior, prolapso del tercer párpado, recesión del globo ocular o constricción de la pupila.
La enfermedad vestibular se produce cuando se produce otitis interna. La enfermedad vestibular causa síntomas como inclinación de la cabeza, pérdida del equilibrio, falta de coordinación y movimientos oculares incontrolables, conocidos como nistagmo.
Complicaciones de la otitis crónica no resuelta
La otitis crónica que no se resuelve puede provocar la proliferación del revestimiento del conducto auditivo, lo que conduce a un estrechamiento del conducto auditivo. Los conductos auditivos que se estrechan drásticamente se conocen como conductos auditivos estenóticos. En algunos casos, los conductos auditivos se vuelven tan estenóticos (estrechos) que es imposible tratarlos médicamente. En esta situación, la cirugía puede ser la única opción para su perro.
Los hematomas en la oreja provocan orejas de coliflor
Los hematomas en las orejas pueden producirse como resultado de un traumatismo causado por el exceso de movimiento de la cabeza o el rascado de las orejas por parte del perro. También se conocen como hematomas aurales. Un hematoma en la oreja es una bolsa llena de sangre que se forma en la oreja, casi siempre en el pabellón auricular.
Normalmente, un hematoma se forma en una sola oreja, pero es posible verlos en ambas orejas. Aunque los hematomas suelen estar asociados con una inflamación o infección en las orejas, no siempre es así. A veces, los hematomas pueden formarse en orejas que parecen estar perfectamente sanas.
Los hematomas son antiestéticos, pero si no se tratan, muchos se curan por sí solos. Sin embargo, cuando lo hacen, la oreja a veces reabsorbe la sangre de manera desigual y el perro queda con una oreja cicatrizada, a veces llamada “oreja de coliflor”, de por vida.