Debido a que los gatos son notoriamente independientes y también están cubiertos de un pelaje espeso, muchas personas creen erróneamente que están bien al aire libre cuando hace frío. Es cierto que muchos gatos, como los gatos salvajes y callejeros , viven toda su vida al aire libre, aunque las estadísticas muestran que estos gatos vivirán vidas más cortas y duras que un gato doméstico típico. Su gato de interior o exterior dependerá de usted para que lo deje entrar cuando tenga frío, ya que es posible que no tenga otro lugar donde mantenerse caliente. El clima frío puede ser extremadamente peligroso para nuestros amigos felinos. Entonces, ¿cuánto frío es demasiado frío para los gatos?
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¿Qué temperatura es demasiado fría para los gatos?
Lamentablemente, no existe una respuesta perfecta a esta pregunta que abarque a todos los gatos y todas las situaciones. La temperatura mínima segura para un gato dependerá de factores como la raza, el pelaje, la edad, la salud y los factores climáticos.
Una regla general es que si hace demasiado frío para ti afuera, hace demasiado frío para tu gato. Los gatos pueden experimentar efectos adversos cuando la temperatura exterior desciende por debajo de los 45 grados Fahrenheit durante un período prolongado. Incluso si la temperatura es superior a 45, si llueve u otro clima inclemente y la mascota está afuera durante varias horas, puede producirse hipotermia. Si la temperatura se acerca o desciende por debajo del punto de congelación, 32 grados Fahrenheit, el gato puede sufrir hipotermia grave e incluso congelación.
Consideraciones sobre los gatos y el frío
Muchos factores afectarán la seguridad de un gato en el frío. Los gatos mayores o jóvenes serán los que corran mayor riesgo en términos de edad. Los gatos jóvenes tienen menos grasa corporal y están menos aislados del frío. Los gatos mayores también pueden sufrir porcentajes más bajos de grasa corporal y otros problemas de salud que afecten su tolerancia al frío.
La cantidad de pelo o pelaje que tenga un gato también afectará su capacidad para mantenerse caliente en temperaturas frías. Cuanto más grueso y denso sea el pelaje de un gato, más cómodo estará en el frío.
Vivir al aire libre es un factor de riesgo importante para todo, desde lesiones hasta enfermedades y parásitos. Los gatos que pasan más tiempo al aire libre suelen tener lugares desarrollados para esconderse o anidar cuando hace frío, pero incluso así corren el riesgo de sufrir hipotermia y congelación. No es raro que los veterinarios vean gatos que viven al aire libre con signos de congelación en las orejas después de una helada nocturna. Se recomienda encarecidamente que todos los gatos domésticos se mantengan en el interior, ya que aumenta drásticamente su esperanza de vida. La esperanza de vida media de un gato de interior oscila entre 10 y 20 años, mientras que los gatos que viven al aire libre suelen vivir solo entre 2 y 5 años.
La humedad, las precipitaciones, el viento y la disponibilidad de un refugio adecuado también influyen a la hora de determinar la temperatura a la que un gato que vive al aire libre corre peligro. Una mayor humedad, un fuerte viento frío y la nieve o el hielo provocarán más problemas relacionados con la temperatura para estos gatos. Un refugio adecuado es imprescindible y debería ayudar al gato a conservar el calor y protegerlo de los elementos. Ciertamente, no se recomienda dejar que ningún gato salga por la noche debido a los depredadores, pero si se hace, se deben controlar las temperaturas nocturnas, ya que suelen ser mucho más frías que las diurnas.
Señales de que tu gato tiene demasiado frío
Los gatos son conocidos por ocultar sus enfermedades y su sufrimiento. La congelación y la hipotermia son dos riesgos para los gatos que pasan demasiado frío en el exterior. Puede resultar complicado saber si tu gato tiene demasiado frío porque no te lo puede decir.
Si tu gato tiene demasiado frío, puedes notar los siguientes signos:
- Letargo
- Pupilas dilatadas
- Latidos cardíacos lentos
- Temblando
- La piel se siente fría al tacto.
- Respiración lenta o dificultosa
- Debilidad
- Falta de voluntad para comer o beber
- Ocultación
- Coloración oscura de las orejas u otras extremidades, que indica congelación.
Si se observa alguno de los signos anteriores en un gato que ha estado expuesto a temperaturas frías, se lo debe llevar al interior de la casa, envolverlo en una toalla y llevarlo al veterinario de inmediato. El calentamiento agresivo o rápido a veces puede empeorar la situación.
Cómo mantener calientes a los gatos en temperaturas frías
La mejor manera de proteger a un gato de las bajas temperaturas es mantenerlo siempre dentro de casa. Si tienes una raza sin pelo, como un gato esfinge , unos suéteres abrigados y muchas mantas mullidas ayudarán a mantenerlo caliente. A muchos gatos les gusta tumbarse frente a una ventana soleada o acurrucarse en una cama mullida para gatos para mantenerse calientes.
Si cuidas gatos callejeros o asilvestrados, puedes ayudarlos en el clima frío proporcionándoles abundante comida de alta calidad y alta en calorías. Mantenerse caliente en temperaturas frías requiere que el gato queme muchas calorías adicionales. Tener una buena fuente de alimento que esté disponible y que no requiera el gasto de muchas calorías, como lo haría la caza, es muy importante.
Un refugio adecuado es imprescindible y existen muchas ideas económicas y sencillas, desde casetas para perros hasta contenedores de plástico, que se pueden adaptar para este fin. El refugio debe ubicarse en un área que esté a salvo de los depredadores y donde el gato se sienta cómodo durmiendo en su interior. Asegúrese de incluir algún tipo de ropa de cama cálida que le permita al gato conservar el calor.