La displasia de cadera es una afección ortopédica de la articulación de la cadera que, aunque es poco común, puede afectar a los gatos. Es el resultado del desarrollo anormal de una o ambas articulaciones de la cadera y causa inestabilidad y degeneración de las articulaciones . Los gatos no siempre muestran signos claros de displasia de cadera, pero síntomas como cojera, evitar el ejercicio e irritabilidad pueden indicar un diagnóstico. La displasia de cadera en gatos es principalmente hereditaria, pero a veces puede ser causada por la obesidad . Los gatos de raza pura grandes , como los Maine coon y los gatos himalayos , tienen más probabilidades de desarrollar displasia de cadera que los gatos de raza mixta. El tratamiento generalmente implica medicamentos para controlar el dolor y la inflamación . Si se detecta y se trata a tiempo, puede esperar una recuperación completa.
Tabla de contenidos
¿Qué es la displasia de cadera?
La displasia de cadera es una enfermedad degenerativa que provoca una malformación de la articulación esférica de la cadera, lo que provoca dolor y rigidez. Los gatos con displasia de cadera probablemente desarrollarán osteoartritis si la enfermedad progresa.
Una articulación de cadera normal y funcional consta de una cabeza femoral redondeada que se asienta en una estructura similar a una cavidad llamada acetábulo. La articulación puede funcionar sin problemas con la ayuda de cartílago, líquido sinovial y músculos. Pero cuando un gato tiene displasia de cadera, la cabeza femoral desarrolla una forma irregular y no se asienta correctamente dentro de la cavidad. La articulación se vuelve inestable, lo que provoca dolor, inflamación y rigidez. La articulación mal ajustada puede acabar erosionando el cartílago, lo que hace que los huesos se froten entre sí.
Síntomas de displasia de cadera en gatos
Es común que los gatos no presenten signos de enfermedad en las primeras etapas de la displasia de cadera, y los gatos con enfermedad leve a moderada pueden no presentar nunca síntomas. Su veterinario puede descubrir signos de displasia de cadera durante un examen de rutina o al tomar radiografías por un motivo no relacionado.
Los síntomas de la displasia de cadera pueden ser similares a los de otras lesiones. Si observa estos u otros síntomas de enfermedad en su gato, póngase en contacto con su veterinario para concertar una cita.
Los síntomas pueden incluir:
Cojera o cojera
El dolor, la inflamación y la rigidez que provoca la inestabilidad articular de tu gato pueden provocar cojera. Si no se trata, es probable que esto empeore con el tiempo. Si notas cambios en la movilidad de tu gato, consulta con un veterinario.
Intolerancia al ejercicio
Además de la cojera y la renguera, la displasia de cadera puede afectar la capacidad de su gato para hacer ejercicio, impactando movimientos como saltar, correr y trepar.
Letargo/irritabilidad
Si su gato tiene displasia de cadera, es posible que experimente letargo e irritabilidad debido al dolor de la afección. Si nota un cambio en el estado de ánimo de su gato, considere que el malestar físico es una posible causa.
Rigidez
La articulación mal ajustada de su gato puede provocar rigidez. La rigidez puede ser especialmente notoria cuando su gato se levanta o se acuesta.
Pérdida de masa muscular
La pérdida de masa muscular en las caderas o los muslos de su gato puede ser un síntoma de displasia de cadera. Por el contrario, el agrandamiento de los músculos de los hombros también puede ser un signo de displasia de cadera, ya que su gato se apoya más en la mitad superior de su cuerpo para evitar el uso doloroso de las caderas y compensar la pérdida de masa muscular.
¿Qué causa la displasia de cadera en los gatos?
Se cree que la displasia de cadera es una enfermedad hereditaria en los gatos, pero hay un par de factores que pueden estar relacionados con el desarrollo de la afección.
Obesidad
El peso de su gato puede contribuir al desarrollo de displasia de cadera, ya que el exceso de peso aumenta la cantidad de presión que se ejerce sobre las caderas de un gato, lo que eventualmente provoca problemas en las articulaciones.
Lesión
Si su gato ha sufrido lesiones en el pasado, como por ejemplo haber sido atropellado por un automóvil, la fuerza de sus caderas puede verse comprometida, lo que aumenta la probabilidad de desarrollar una afección en las articulaciones.
¿Cómo diagnostican los veterinarios la displasia de cadera en los gatos?
Si sospecha que su gato tiene displasia de cadera, lo mejor es que visite a su veterinario para confirmar el problema. Después de observar los síntomas de displasia de cadera en su gato, su veterinario puede darle un diagnóstico formal después de una radiografía de la articulación afectada.
Cómo tratar la displasia de cadera
Su veterinario diagnosticará la displasia de cadera de su gato mediante un examen físico y radiografías. Las consideraciones sobre el tratamiento se basan en la gravedad de los resultados de las radiografías y los síntomas de su gato.
La displasia de cadera en gatos suele tratarse primero de forma conservadora. Este tratamiento generalmente incluye medicamentos para controlar el dolor y la inflamación y los posibles cambios en los niveles de actividad. Si el enfoque conservador no es suficiente, su veterinario le hablará sobre el tratamiento quirúrgico para su gato.
La cirugía más común se denomina escisión de la cabeza y el cuello del fémur. Durante esta cirugía, el veterinario retira la cabeza y el cuello deformados del fémur. Con el tiempo, los músculos de su gato se reconstruyen y forman una nueva articulación falsa. Después de la recuperación, la mayoría de los gatos vivirán una vida feliz y normal.
, su veterinario puede considerar un reemplazo total de cadera.1 Esta cirugía implica el reemplazo de la articulación de la cadera con una cadera sintética especial llamada micro-THR.
Pronóstico para gatos con displasia de cadera
Si se detecta a tiempo y se trata rápidamente, puede limitar los efectos residuales de la displasia de cadera en su gato. A medida que avanza el impacto de la afección, los síntomas aparecerán gradualmente y continuarán empeorando con el tiempo si no se detectan o no se tratan. Por ejemplo, la osteoartritis suele aparecer de forma secundaria a la displasia de cadera, lo que empeora el dolor, la inflamación y la rigidez. La displasia de cadera grave suele requerir cirugía, pero, por lo general, el tratamiento rehabilitará por completo a su gato. Si la cirugía no es adecuada para su gato, su veterinario puede recetarle medicamentos antiinflamatorios o terapias físicas.
Cómo prevenir la displasia de cadera
Debido a que es hereditaria, la displasia de cadera en gatos no se puede prevenir por completo. Pero es posible detectar la afección de forma temprana y retrasar su progresión. Si su gato no tiene predisposición genética a la displasia de cadera, la mejor medida preventiva es asegurarse de que tenga un peso saludable y ejercite sus músculos con frecuencia. Póngase en contacto con su veterinario cuando note por primera vez cojera, dolor o rigidez persistentes.
Los criadores de gatos pueden prevenir futuros casos de displasia de cadera esterilizando a los gatos con displasia de cadera para interrumpir la transmisión genética de la enfermedad. Los gatos con displasia de cadera no deben utilizarse para la cría.
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¿Cómo sé si mi gato tiene displasia de cadera?
Si nota un cambio en la movilidad de su gato, como cojera, renguera o intolerancia al ejercicio, considere la displasia de cadera como una posible causa.
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¿La displasia de cadera es hereditaria?
La displasia de cadera en gatos suele ser hereditaria y se presenta principalmente en gatos de raza pura de gran tamaño, como los Maine Coon. Un gato que no tiene una predisposición genética a la displasia de cadera puede desarrollar la afección a través de la obesidad.
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¿La displasia de cadera requiere cirugía?
La displasia de cadera en gatos suele tratarse primero de forma no quirúrgica, con analgésicos y cambios en el estilo de vida. Si esto no es suficiente, el veterinario puede sugerir una cirugía articular.