Muchos dueños de aves coinciden en que cortar las uñas de un pájaro no es la tarea más fácil, pero es necesario hacerlo de vez en cuando para preservar la salud y la comodidad de su mascota, así como para mantener su propia seguridad. Algunos dueños optan por llevar a su ave al veterinario para que le corte las uñas, mientras que otros aprenden a hacerlo ellos mismos en casa.
La frecuencia con la que deberás cortarle las uñas a tu ave varía según su especie, su estado de salud y lo que haya en su entorno que pueda desgastarlas. Si no estás seguro de si tu ave necesita un corte de uñas, existen algunas señales clave que debes tener en cuenta y que pueden ayudarte a determinar cuándo es el momento adecuado.
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Tabla de contenidos
Longitud excesiva de las uñas
Una de las señales más obvias de que tu ave necesita un corte de uñas es que las uñas son demasiado largas. La mayoría de los dueños de aves pueden saber cuándo es hora de que les corten las uñas con solo mirar las patas de sus mascotas. Sin embargo, si eres un nuevo dueño de un pájaro, no siempre es fácil reconocer una uña normal de una que ha crecido demasiado.
Pídale a su veterinario que le ayude a familiarizarse con la anatomía de su ave y tómese el tiempo de revisarla periódicamente para detectar cualquier anomalía. Esta es la mejor manera de determinar si su ave necesita un corte de uñas, así como de notar si está desarrollando algún problema de salud.
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Cambios en el comportamiento de posarse
Una de las principales pistas de que algo no va bien con las patas de tu ave es un cambio en su comportamiento habitual de posarse. ¿Has notado que tu ave prefiere una pata últimamente? ¿O parece que últimamente prefiere pararse en el suelo de la jaula en lugar de usar sus perchas? Cualquier tipo de cambio en la forma en que tu ave se posa y se comporta normalmente es motivo de preocupación.
Puede ser simplemente que las uñas del pájaro sean demasiado largas, lo que hace que posarse le resulte incómodo. Si ese es el caso, un corte de uñas debería resolver el comportamiento anormal con bastante rapidez. Pero si su pájaro no mejora, podría ser un signo de una lesión en la pata o un problema de salud potencialmente grave . Por lo tanto, es mejor que consulte a su veterinario lo antes posible si el comportamiento de posarse de su pájaro se vuelve anormal.
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Dificultad para desplazarse
Las aves usan sus patas para prácticamente todo: caminar, agarrar comida, trepar, jugar con juguetes y sujetarse a perchas . Por eso, si sus uñas no se mantienen en buen estado, muchos aspectos de su vida pueden verse afectados.
Si nota que las uñas de su ave se quedan atrapadas en su ropa, en restos de comida o en otras superficies, entonces definitivamente es hora de cortarlas. Las uñas que tienen una longitud adecuada deberían brindarle tracción a su ave sin obstaculizar sus esfuerzos por desplazarse.
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Manchas ásperas o costrosas en la piel del pájaro
Si ha notado manchas anormales en la piel de su ave, como piel áspera o costras, entonces podría ser necesario cortarle las uñas. Como muchos otros animales, las aves usan sus uñas para rascarse y aliviar la picazón en todo el cuerpo. Pero las aves con uñas demasiado largas son propensas a rascarse accidentalmente con demasiada fuerza. Esto a veces puede causar sangrado o abrasiones.
Por lo tanto, si las uñas de tu ave se ven un poco largas y notas algunas llagas en su piel, córtale las uñas. Si su piel no comienza a verse mejor en uno o dos días, debes programar una cita de inmediato con tu veterinario aviar . También es ideal llamar a tu veterinario tan pronto como detectes cualquier problema en la piel para asegurarte de que los síntomas de tu ave no requieran atención inmediata.
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Rasguños en las manos
¿Puedes manipular cómodamente a tu ave sin sufrir dolorosos rasguños en todas tus manos? Si no es así, es probable que sea hora de cortarle las uñas.
Si bien es normal poder sentir las uñas de tu ave cuando se posa en tu mano, las uñas no deben ser tan largas y afiladas que no puedas sostener a tu mascota sin arañarla. Opta por cortarle las uñas cada vez que sostener a tu ave comience a resultar incómodo.