Cuando se incorpora un segundo perro a la familia, es importante empezar con buen pie y permitir que se familiarice adecuadamente con el perro actual . Puede llevar varias semanas que los dos perros se acostumbren, por lo que se requiere paciencia.
Pero la mayoría de las veces, los perros aceptan a otros perros y suelen agradecer la compañía. Es solo cuestión de que el dueño establezca expectativas y sea coherente.
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Empezar en territorio neutral
Las primeras veces que tu perro actual se encuentra e interactúa con el nuevo perro, es mejor que sea en territorio neutral. Esto funciona mejor si tienes la ayuda de otra persona, pero también puedes hacerlo solo.
Lleva a los perros (por separado) a un lugar neutral como el parque. Asegúrate de que no haya otros perros cerca, ya que esto los distraerá. Si es posible, permite que los perros se conozcan entre sí a través de una barrera, como una cerca. Evita llevarlos con correa, ya que tirar de ella puede aumentar la ansiedad e incluso los sentimientos de agresión .
Mantenga estas interacciones ligeras y positivas. Esto significa que debe permanecer tranquilo, relajado y animado. Recompense a los perros por estar relajados y animados. Observe atentamente el lenguaje corporal . Si nota signos de ansiedad o comportamiento sobreexcitado, la sesión habrá terminado. Si los perros permanecen tranquilos, puede permitirles que se reúnan sin la barrera. Solo recuerde separarlos a la primera señal de tensión. Además, asegúrese de que el juego no se vuelva demasiado intenso, ya que esto puede convertirse rápidamente en pelea .
Mantenga a los perros separados (al principio)
Cuando los dos perros estén en casa, es importante que se mantengan separados hasta que se hayan acostumbrado el uno al otro. Los perros deben tener jaulas o habitaciones que les impidan verse. Deben ser alimentados en áreas separadas. Cada perro debe recibir la atención adecuada de usted, lejos del otro perro. Esto incluye sesiones de entrenamiento , que deben ser frecuentes.
A medida que los perros se acostumbren más entre sí en sus encuentros en territorio neutral, puede permitirles que se vean más en su casa. Este es un buen momento para colocar barreras para bebés. Recompense a cada perro por su comportamiento tranquilo y relajado cerca del otro perro.
Supervisar todas las interacciones
Es posible que nunca puedas confiar en estos dos perros para que estén solos juntos, y eso está bien. Aunque muchos perros pueden quedarse solos juntos, no debes permitir que esto suceda durante mucho tiempo (al menos los primeros meses).
Una vez que llegues al punto en que los perros estén listos para interactuar libremente en tu casa, asegúrate de estar allí para supervisarlos. Observa la química y el lenguaje corporal, separando a los perros si tienes alguna duda. Haz siempre lo posible por mantener la calma y el optimismo.
Asegúrese de que haya suficientes juguetes para todos, pero retírelos si se convierten en una fuente de tensión entre los perros.
Con el tiempo, podrás alimentar a los perros en la misma habitación, siempre y cuando no empiecen a pelearse por la comida. Esto es una señal de que aún no están del todo preparados para aceptarse por completo.
Ser paciente
No hay dos perros que tengan la misma relación. Tu perro actual y tu nuevo perro podrían convertirse en mejores amigos en unos pocos días. O tal vez simplemente aprendan a vivir juntos después de muchos, muchos meses. Lo más probable es que tus perros se encuentren en algún punto intermedio.
La situación puede parecerse un poco a una rivalidad entre hermanos. Si las cosas no van bien, no significa que nunca lo vayan a hacer. Basta con dar un paso atrás y tener paciencia.
Problemas y comportamiento de prueba
Recuerda que el sentido del olfato de un perro es su medio de aprendizaje sobre el mundo. Si después de unas semanas tus perros no se llevan bien, puede que sea el momento de cambiar de táctica y utilizar ese sentido del olfato canino.
Deja que el nuevo perro salga de su jaula o habitación y que explore todas las habitaciones de su nuevo hogar. Enséñale los límites que has establecido (por ejemplo, si los perros no pueden subirse al sofá), pero deja que el nuevo perro deje que su olor llegue a todas partes.
Luego, cambia las cosas y deja que el perro actual salga de su recinto (mientras colocas al nuevo perro nuevamente en su recinto). El perro actual explorará el nuevo olor y, con el tiempo, después de varios encuentros como este, no se asustará tanto con el olor del perro nuevo.
Una vez que el perro actual parezca cómodo con el olor del nuevo perro, es momento de ese encuentro en un lugar neutral.