Enseñar a un cachorro a quedarse quieto es una de las cosas más importantes que usted, como dueño responsable de una mascota, puede hacer para evitar que se lesione y enseñarle a ser un buen ciudadano canino.
Es peligroso para la mascota cuando no tiene el autocontrol necesario para no salir corriendo por una puerta cada vez que se abre, o perseguir a un gato u otro animal al otro lado de la calle. También es aterrador y peligroso para las personas que se asustan o caen al suelo cuando los cachorros saltan sobre ellas o corren hacia ellas. Los cachorros no tienen que ser grandes para derribarte, especialmente si hay escaleras o hielo y nieve de por medio.
¿Qué puede hacer? Enseñarle a su perro una orden de quedarse quieto firme y constante con una “señal de soltar” es fundamental para mejorar el control de los impulsos de su perro en general. Siga estos pasos para ayudar a construir una base que le permita mantener la atención de su perro en usted y no en la ardilla del otro lado de la calle.
Cómo enseñarle a un cachorro a quedarse quieto
En primer lugar, debemos decidir qué es lo que se considera aceptable para nuestros objetivos. ¿Su perro obedece y no puede mover ni un músculo? ¿O simplemente queremos que no se apresure a salir por la puerta o a coger el plato de comida? Conocer su objetivo es fundamental para obtener buenos resultados. En este artículo, nos centraremos en conseguir que nuestros perros no salgan corriendo por la puerta.
1) Define el área en la que quieres que tu perro se quede durante la orden. ¿Es una alfombra o está justo al lado tuyo?
2) Elige la palabra que todos en la casa usarán para indicarle al perro que se quede. “Quieto” es un buen punto de partida, pero asegúrate de que todos los miembros de la familia sepan qué palabra elegiste. Esto hará que sea más fácil para el perro aprender.
3) Determina la recompensa que vas a usar. Las personas no trabajan gratis y los perros tampoco deberían hacerlo. Les estás pidiendo que hagan algo que quizás no quieran hacer, por lo que una recompensa es fundamental para el éxito. Pregúntale a tu veterinario qué es lo mejor para usar como golosinas. Evita las golosinas con un alto contenido de grasa o las golosinas grandes. La mayoría de los perros entenderán el mensaje con solo una pequeña cantidad de algo sabroso.
4) Mira el reloj. La mayoría de las sesiones de entrenamiento al principio no deberían durar más de unos pocos minutos. Gradualmente, a medida que tu perro desarrolle una mayor capacidad de atención, esto puede aumentar, pero al principio, comienza con poco. 5)
No le digas a tu perro que se quede y luego retrocedas de inmediato hasta el otro lado de la habitación. Eso no funcionará. Empieza cerca de tu perro. Di “quieto”. Mientras el perro no se mueva hacia ti, eso es una victoria y el perro es recompensado. Haz esto varias veces durante tu primera sesión de entrenamiento. Tu perro está aprendiendo la palabra y el hecho de que está asociada con algo bueno.
6) A continuación, di “quieto”, retrocede un paso y tírale una golosina a tu cachorro. Mientras se quede, recibirá golosinas. Estas golosinas deben ser buenas. Quieres reforzar que quedarse es lo bueno, no venir cuando lo llamas. De esta manera, después del entrenamiento futuro, se quedará feliz en su área porque sabe que las mejores cosas suceden allí.
7) Poco a poco, espacia la cantidad de tiempo que le pides a tu perro que se quede antes de que reciba una golosina. No quieres que tu perro piense que recibirá golosinas constantemente. Al principio, puedes dárselas con bastante regularidad. Luego, para la próxima sesión, tal vez espere unos segundos antes de dárselas.
8) Una vez que tu perro tenga unos segundos entre golosinas, podemos comenzar a poner un poco más de distancia entre nosotros y él. A esta altura, ya tienen confianza en que les darás una golosina en algún momento, por lo que, con suerte, se quedarán allí. Comienza despacio y aléjate cinco pasos al principio.
9) Una vez que añadas distancia, es posible que tengas que volver a darles golosinas con más frecuencia para que se relajen. Luego, vuelve a dar más tiempo entre las golosinas y así sucesivamente.
10) Gradualmente, a lo largo de las sesiones, podrás conseguir que tu perro se quede allí hasta que lo “sueltes”. Tu señal de liberación puede ser “ven” o “aquí” o cualquier otra que desees. Nuevamente, solo sé constante.
Tenga en cuenta que algunos perros no se sienten motivados por la comida y pueden estar más motivados por una palabra amable o un rebote de su pelota favorita. Se necesita un poco más de creatividad para mantener la atención de estos cachorros, pero los conceptos son los mismos.
Enseñarle a su perro a quedarse quieto no solo le proporcionará una gran estimulación mental, sino que también es una manera fácil de construir una relación de confianza positiva entre usted y su cachorro. También es una buena orden básica sobre la que construir cuando intente desarrollar el control de los impulsos en su perro. Esto contribuirá en gran medida a mantenerlo seguro y a que sea agradable estar a su lado.