Los perros gruñen como forma de comunicarse. Los gruñidos indican dolor, miedo, posesividad, agresión o que el perro se está divirtiendo. Debes identificar el motivo por el que gruñe un perro para poder interpretar la vocalización y decidir cómo responder al gruñido. Aprende las diferentes razones por las que un perro gruñe para saber cómo reaccionar adecuadamente, ya sea para jugar o para abordar un factor estresante.
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¿Por qué gruñen los perros?
Gruñir es una de las formas en las que tu perro se comunica contigo. Gruñe para hacerte saber que tiene miedo, dolor o que necesita que te alejes de sus posesiones o territorio. A menudo, tu primer instinto es huir de un perro que gruñe o castigarlo por hacerlo. Debido a que los gruñidos pueden ser el primer signo de una agresión más grave , es importante manejar a un perro que gruñe de manera adecuada.
Tu perro está intentando decirte algo cuando gruñe. Los gruñidos son una señal de un problema subyacente. En lugar de enseñarle a tu perro a no gruñir, es fundamental que determines el motivo por el que gruñe y abordes ese problema. Una vez que se haya abordado el problema subyacente, es probable que los gruñidos se reduzcan o eliminen por completo.
Dolor
Varias situaciones pueden hacer que tu perro gruña . Si tu perro gruñe como reacción al dolor o a una enfermedad, es posible que notes que solo gruñe cuando se le tocan determinadas partes del cuerpo. El perro también puede mostrar otros síntomas de enfermedad o lesión, como disminución del apetito, letargo, pérdida de peso, morderse o lamerse zonas específicas del cuerpo o pérdida de pelo. La solución al problema de un perro que gruñe por dolor o enfermedad es llamar inmediatamente a tu veterinario. El tratamiento médico adecuado debería aliviar el dolor, lo que debería disminuir o detener el gruñido.
Miedo
Si tu perro suele gruñirle a extraños, a personas específicas, como niños u hombres, o cuando está en un lugar desconocido, lo más probable es que los gruñidos se deban al miedo. Un perro también puede gruñir en situaciones que le provocan miedo , como durante tormentas eléctricas o espectáculos de fuegos artificiales. Algunos perros agresivos pueden estar enfermos y sufrir un trastorno de ansiedad. Si puedes determinar la causa del miedo, el curso de acción natural es eliminarlo (si es posible) de la vida del perro. Si determinar la causa o eliminarla parece imposible, consulta a un especialista en comportamiento para obtener ayuda.
Territorialidad
Un ejemplo de esto es el perro que gruñe al cartero o al repartidor o a cualquier otra persona que el perro cree que no pertenece a su propiedad. Si un perro gruñe como consecuencia de una agresión territorial, es posible que también notes que gruñe por otros territorios, como su lugar en el sofá o su lugar en la cama. El perro puede gruñir siempre que sienta que alguien está invadiendo su territorio percibido. Este “alguien” puede ser un extraño o incluso un miembro de la familia. Este tipo de comportamiento se puede modificar y lo mejor es que un especialista lo determine y ayude.
Posesión Agresión
Esto también se conoce como protección de recursos . Un perro que muestra agresión por posesión puede gruñir cuando alguien se acerca a él mientras está comiendo, jugando con ciertos juguetes o mordiendo un hueso o cuero crudo. Esta reacción se puede evitar con un programa de entrenamiento que ayude a tu perro a comprender las reacciones apropiadas.
Divirtiéndose
Algunos perros gruñen de forma natural cuando se lo están pasando bien. Este gruñido suele producirse cuando dos (o más) perros juegan entre sí o si el juego está asociado con juguetes de tirar. Por lo general, se trata de una expresión inofensiva de sentimientos. Sin embargo, debe vigilarse de cerca, especialmente en el caso de los cachorros, ya que el comportamiento de gruñido puede convertirse rápidamente en agresión.
Cómo dejar de gruñir
Como dueño de un perro, probablemente te molestes cuando tu perro gruñe. Tu primera reacción puede ser reprimir el gruñido regañando o castigando al perro. Esto nunca es una buena idea. Al enseñarle a tu perro que gruñir no es un comportamiento aceptable, le estás quitando la capacidad de advertirte de que puede morder . Es posible que hayas escuchado historias sobre perros que muerden sin previo aviso. Pero, en muchos casos, esto se debe a que los dueños entrenaron a sus perros para que no emitieran un gruñido de advertencia primero.
La clave para que un perro deje de gruñir no es suprimir los gruñidos, sino abordar el problema subyacente. Una vez que se haya abordado el dolor, el miedo, la posesión, la agresión o la territorialidad, el perro ya no necesitará gruñir.
Capacitación en profundidad
La territorialidad, la posesión, la agresión y el miedo son problemas de conducta graves . Según el grado del problema de conducta, el perro puede responder bien a un programa de adiestramiento o puede necesitar un programa de modificación de conducta mucho más profundo. Un adiestrador de perros o un especialista en conducta animal puede ayudarle a evaluar al perro y determinar la mejor manera de abordar estos problemas. Cuando trabaje con este tipo de adiestrador, sea lo más específico posible en cuanto a lo que cree que desencadenó el gruñido. Es probable que el adiestrador trabaje con el perro para condicionarlo lentamente a aceptar el detonante y no gruñir en su presencia.
Próximos pasos
Mientras trabajas para determinar la causa del gruñido, no lo ignores o es probable que empeore. Ten cuidado con tu perro hasta que descubras por qué gruñe. Además, es posible que quieras ayudar a tu perro a modificar su comportamiento hasta que la situación esté bajo control. Por ejemplo, si tu perro siempre le gruñe al cartero, cierra las persianas y elimina cualquier línea de visión mientras trabajas en el problema. Si es posible, elimina los desencadenantes, evita las situaciones estresantes y advierte a los demás (tanto perros como humanos) que mantengan la distancia para evitar una mordedura de perro . Por ejemplo, es posible que no quieras presentar a tu perro a nuevos perros, llevarlo a un parque para perros o organizar una fiesta ruidosa hasta que obtengas ayuda.