La enfermedad renal poliquística es una enfermedad hereditaria e incurable que afecta los riñones de los gatos. La enfermedad renal poliquística, o PKD, es más común en los gatos persas y puede causar graves molestias en su gato y requiere un diagnóstico rápido y cuidados paliativos. La única causa de la PKD es un gen mutado que puede transmitirse a la descendencia si está presente en cualquiera de los padres. Un veterinario puede diagnosticar mejor la PKD mediante una ecografía y, a veces, realizar un análisis de fluidos para determinar la función renal. La única forma de prevenir la PKD es eliminarla del acervo genético. Su veterinario debe realizar pruebas genéticas a los gatos sospechosos de ser portadores del gen y, si se descubre, no debe reproducir al gato.
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¿Qué es la enfermedad renal poliquística?
La enfermedad renal poliquística, también conocida como PKD, es una enfermedad que provoca la formación de quistes en el tejido del riñón. Estos sacos llenos de líquido se multiplican con el tiempo y, si no se tratan, pueden destruir el órgano y provocar insuficiencia renal. Los quistes pueden variar en tamaño y número y no se pueden identificar hasta más adelante en la vida del gato. Un gato con PKD nace con quistes, aunque muy pequeños. Aun así, la PKD se puede diagnosticar a los seis meses examinando los quistes.
Síntomas de la enfermedad renal poliquística en gatos
Los síntomas de la enfermedad renal poliquística en los gatos son similares a los de cualquier enfermedad renal felina. Si sospecha que algo anda mal con el riñón de su gato, visite a su veterinario de inmediato.
Existen diversos síntomas incómodos que pueden indicar que su gato padece PKD. Todos los síntomas de PKD indican una función renal deficiente. El aumento de la sed y la micción son signos reveladores de un problema renal y deben abordarse de inmediato. Otros síntomas, como los vómitos y el letargo, son indicadores menos obvios de una función renal reducida o deficiente, por lo que debe visitar a su veterinario para obtener un diagnóstico definitivo. La mayoría de los síntomas de PKD se reconocen en gatos mayores de siete años.
¿Qué causa la enfermedad renal poliquística en los gatos?
La enfermedad renal poliquística es causada por un gen mutado, dominante y hereditario. Se desconoce qué causa el desarrollo de este gen.
Genética
La enfermedad renal poliquística es una enfermedad hereditaria. Si uno o ambos padres de un gato son portadores del gen de la enfermedad renal poliquística, este se transmitirá a su descendencia. Incluso en casos leves o asintomáticos de enfermedad renal poliquística, un gato con el gen lo transmitirá.
Tipo de raza
Algunas razas son más propensas a ser portadoras de PKD que otras. La PKD se presenta con mayor frecuencia en los gatos persas, afectando al 38 % en los Estados Unidos. Los gatos himalayos y los gatos británicos de pelo corto también son comúnmente afectados por PKD.
¿Cómo diagnostican los veterinarios la enfermedad renal poliquística en los gatos?
La mejor manera de diagnosticar definitivamente la enfermedad renal poliquística en un gato es mediante diagnóstico por imágenes, generalmente una ecografía. La ecografía es la forma más rápida, segura y menos invasiva de diagnosticar la enfermedad renal poliquística, pero puede ser necesaria una radiografía para comprobar la función renal general en casos más avanzados. Su veterinario también puede realizar análisis de sangre y fluidos y pruebas genéticas. Las pruebas genéticas solo indican la presencia del gen y no revelan la gravedad o progresión de la enfermedad.
Tratamiento y prevención
No existe cura para la enfermedad renal poliquística, pero hay tratamientos disponibles para controlar los síntomas y mantener el funcionamiento del riñón durante el mayor tiempo posible. El tratamiento de la enfermedad renal poliquística es similar al de cualquier enfermedad renal en un gato. Es posible que le receten a su gato antibióticos, antiinflamatorios, analgésicos, estimulantes del apetito, terapia de fluidos y una dieta especializada. Su veterinario también puede drenar los quistes, pero esto solo actúa como un alivio temporal y, por lo general, hay demasiados quistes para drenar.
La única forma de prevenir la enfermedad renal poliquística es asegurarse de que los gatos con el gen PKD no se reproduzcan. Se deben realizar pruebas de detección de la presencia de PKD1 en los persas y otras razas de alto riesgo antes de la cría, y los gatos que den positivo en la prueba del gen no deben reproducirse.
Pronóstico para gatos con enfermedad renal poliquística
Los síntomas suelen poder controlarse de forma eficaz hasta que se produce una insuficiencia renal crónica, momento en el que el gato se vuelve terminal. Las infecciones secundarias, como la sepsis, también pueden provocar la muerte.
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¿Cómo sé si mi gatito persa tiene enfermedad renal poliquística?
La mejor manera de diagnosticar la PKD en los gatitos, antes de que aparezcan los síntomas, es con pruebas genéticas y una ecografía. Aunque los gatos no suelen presentar síntomas de PKD hasta alrededor de los siete años, nacen con quistes si padecen la enfermedad.
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¿La enfermedad renal poliquística tiene tratamiento?
La enfermedad renal poliquística puede controlarse con cuidados paliativos, pero no puede curarse. Su veterinario puede recetar medicamentos para reducir el dolor y las molestias, pero la enfermedad acabará siendo terminal.
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¿Qué causa la enfermedad renal poliquística?
Los médicos no saben qué causa la mutación genética que genera la PKD, pero saben que es hereditaria. Si un gato tiene el gen de la PKD, no debe reproducirse.