El linfoma es uno de los tipos de cáncer más comunes en los perros. Existen diferentes formas de este cáncer en partes específicas del cuerpo, pero todas afectan a los glóbulos blancos. El síntoma más obvio es la inflamación de los ganglios linfáticos en una o más áreas del cuerpo del perro. Aprender más sobre el linfoma puede ayudar a los cuidadores de mascotas a reconocer rápidamente los síntomas y actuar de manera eficiente para brindarles a sus perros la ayuda que necesitan.
Tabla de contenidos
¿Qué es el linfoma?
El linfoma canino es un término amplio que describe cualquier tipo de cáncer que afecta a los linfocitos, un tipo de glóbulo blanco. Sin embargo, existen muchas formas diferentes de linfoma canino, que generalmente se clasifican según la zona del cuerpo afectada principalmente y el tipo de linfocito afectado.
Los linfocitos son una parte importante del sistema inmunitario. Se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo, pero una gran cantidad de estas células se encuentran en los ganglios linfáticos , el bazo y el tracto intestinal. Debido a que los linfocitos se encuentran en todo el cuerpo, el linfoma puede desarrollarse prácticamente en cualquier parte.
Síntomas del linfoma en perros
El síntoma inicial más común del linfoma es la presencia de uno o más ganglios linfáticos agrandados, firmes y no dolorosos. Muchos perros con linfoma parecen sentirse bien, pero otros pueden desarrollar signos inespecíficos como letargo y pérdida de apetito.
Los ganglios linfáticos se encuentran en muchos puntos del cuerpo de su perro. Aunque hay docenas de ganglios linfáticos en todo el cuerpo, solo unos pocos son fácilmente palpables durante un examen físico. Los ganglios linfáticos periféricos que los veterinarios y los cuidadores de mascotas pueden palpar incluyen:
- Submandibular: ubicado debajo de la parte posterior de la mandíbula.
- Prescapular: ubicado delante de la región del hombro.
- Axilar: ubicada en las axilas.
- Inguinal: ubicado en la ingle.
- Poplíteo: ubicado detrás de las rodillas
Otros síntomas suelen estar relacionados con la ubicación del cáncer. Por ejemplo, en el caso del linfoma digestivo (abdominal), el perro puede experimentar pérdida de apetito, náuseas, vómitos y diarrea; los linfomas en la cavidad torácica pueden provocar dificultad para respirar.
Causas del linfoma
Según la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad de Purdue, “Desafortunadamente, se desconoce la causa del linfoma en los perros”.
Las posibles causas incluyen:
- Virus
- Bacteria
- Exposición a sustancias químicas
- Factores físicos como campos magnéticos fuertes
- Genética
Diagnóstico del linfoma en perros
Para diagnosticar el linfoma, el paso inicial suele ser un examen físico completo y una biopsia con aguja fina del ganglio linfático agrandado que se envía a un laboratorio veterinario para su análisis.
Además, se debe realizar un hemograma completo, un perfil químico y un análisis de orina para identificar anomalías. También se puede recomendar una radiografía de tórax y abdomen, además de una ecografía abdominal o una biopsia de médula ósea para ayudar a determinar el estadio de la enfermedad. Los estadios del linfoma se basan en qué órganos están afectados y cuántos están involucrados, así como en los subestadios según cómo se siente la mascota y cómo se ven afectados sistémicamente.
El objetivo de las pruebas de estadificación es determinar hasta qué punto se ha propagado el linfoma en el cuerpo del perro. Las pruebas de estadificación también ayudan al veterinario a evaluar si el perro tiene otras afecciones que puedan afectar las decisiones de tratamiento o el pronóstico general.
Las etapas son:
- Estadio I: Un solo ganglio linfático afectado
- Estadio II: Múltiples ganglios linfáticos en la misma región afectados
- Estadio III: Múltiples ganglios linfáticos en múltiples regiones afectadas
- Estadio IV: Hígado y/o bazo afectados (puede haber o no afectación de ganglios linfáticos)
- Estadio V: Afectación de la médula ósea o la sangre y/o de otro órgano además del hígado, el bazo y los ganglios linfáticos
Tratamiento
Actualmente no existe cura conocida para el linfoma canino, pero es uno de los tipos de cáncer más tratables en los perros.
La terapia más eficaz para la mayoría de los tipos de linfoma canino es la quimioterapia. Existe una amplia variedad de protocolos de quimioterapia y medicamentos que se utilizan actualmente para tratar el linfoma. El tratamiento suele consistir en una combinación de medicamentos orales e inyectables que se administran cada semana. Algunos de los medicamentos más utilizados son la ciclofosfamida, la vincristina, la doxorrubicina y la prednisona. El protocolo de tratamiento exacto variará según el veterinario y las particularidades del caso.
Afortunadamente, la mayoría de los perros solo sufren efectos secundarios leves a causa de la quimioterapia y disfrutan de una excelente calidad de vida durante el tratamiento. Dado que el linfoma no suele ser una enfermedad curable, el objetivo del tratamiento del linfoma es inducir una remisión prolongada, durante la cual todos los síntomas del cáncer hayan desaparecido temporalmente.
Pronóstico para perros con linfoma
El pronóstico depende de múltiples factores, entre ellos, cómo se siente el perro, en qué etapa se encuentra el cáncer, en qué etapa se encontraba cuando se diagnosticó y los tratamientos utilizados.
En general, cuanto más se haya propagado el linfoma, peor será el pronóstico del perro. Sin embargo, los perros con linfoma muy avanzado pueden recibir tratamiento y experimentar una remisión del cáncer o una mejora significativa en su calidad de vida.
El pronóstico con quimioterapia es relativamente bueno, la mayoría de los perros experimentan una remisión parcial o completa y una expectativa de vida de alrededor de un año, en promedio.
Cómo prevenir el linfoma en los perros
El linfoma no se puede prevenir, pero mantener a su perro sano durante toda su vida es una excelente manera de prevenir o retrasar muchos tipos de cáncer y otras enfermedades.