Cómo presentar un gato a un perro

Danielle Donders/Getty Images
Muchos gatos y perros pueden aprender a convivir en paz mediante presentaciones y entrenamiento cuidadosos. Aunque puede llevar tiempo, puedes enseñar a tu perro y a tu gato a tolerarse. Incluso podrían hacerse amigos. Aquí te explicamos cómo presentar un gato a un perro correctamente para evitar conflictos.
¿Pueden llevarse bien los perros y los gatos?
Sí, los gatos y los perros pueden convivir pacíficamente en la mayoría de los hogares. Los conflictos suelen surgir durante la primera fase de presentación por varias razones. Lamentablemente, algunos perros y gatos nunca aprenderán a aceptarse. Quizás descubra que solo puede tener perros o gatos, pero no ambos.
Impulso de presa
Como depredadores naturales, los gatos y los perros están genéticamente programados para cazar y perseguir criaturas más pequeñas . El instinto de presa natural varía de un animal a otro, y la crianza puede influir. Algunas razas de perros han sido criadas para cazar o matar a otros animales, y ver un gato podría despertar este instinto depredador y provocar una persecución o un ataque.
Los gatos no suelen ver a los perros como presas, pero un cachorro o un perro pequeño tipo “taza de té” puede despertar su instinto de presa. Los gatos son más propensos a ponerse a la defensiva o a mostrarse temerosos al conocer a un perro nuevo.
Comportamiento territorial
El comportamiento territorial es común tanto en gatos como en perros. El actual residente de cuatro patas del hogar puede sentirse amenazado por la nueva presencia de otra criatura y ponerse a la defensiva. Los gatos pueden gruñir y sisear a un perro nuevo, y los perros pueden ladrar y gruñir a un gato nuevo. Ambas especies pueden orinar o defecar de forma inapropiada para marcar su territorio o como respuesta al estrés de la situación. Tanto los gatos como los perros tienden a reaccionar si sienten que sus posesiones más importantes están amenazadas. Esto puede incluir que otro animal se acerque o intente quitarles su comida, su cama, sus juguetes o incluso el tiempo con su persona favorita.
Afortunadamente, las presentaciones, los límites y el entrenamiento adecuados pueden cambiar la forma en que el perro y el gato se ven entre sí.
Perros y gatos a juego
No todos los perros y gatos son compatibles. Si es posible, adopte una mascota que haya sido sometida a pruebas de temperamento con otras especies. Muchos grupos de adopción conocen el historial de la mascota y si ha convivido con otros animales o si la han presentado a otros para determinar su temperamento.
Antes de adquirir una nueva mascota, tenga en cuenta la edad, el temperamento y la salud de ambos animales.
Edad
Las mascotas jóvenes tienden a ser más receptivas a los nuevos animales. Sin embargo, los gatitos y cachorros pequeños son vulnerables y podrían lastimarse si un perro o gato más grande juega bruscamente.
Las mascotas mayores a veces son inflexibles y se resisten a los animales nuevos. Un animal joven y activo puede frustrar o abrumar a la mascota mayor residente.
Temperamento
Antes de elegir una nueva mascota para su hogar, considere primero la personalidad y el nivel de energía de su mascota actual. Por ejemplo, un gato miedoso no es la pareja ideal para un perro hiperactivo y juguetón.
Problemas de salud o comportamiento
Evite tener una segunda mascota si la mascota residente tiene una enfermedad grave o un problema de comportamiento . Trate primero los problemas de la mascota y luego considere tener otra.
Cómo presentar un perro nuevo a un gato
Es importante que un perro y un gato se adapten a la nueva situación. No se limite a introducir a la nueva mascota y espere que todo salga bien. Antes de darse cuenta, el pelo volará y usted o sus mascotas podrían sufrir lesiones graves. Antes de empezar, tenga en cuenta estos consejos:
- Empiece poco a poco. Lo más importante del proceso es supervisar directamente a ambas mascotas. No debe haber contacto directo sin supervisión hasta que esté seguro de que ambos animales se comportarán adecuadamente. Esto significa que cada mascota debe tener su propia habitación o espacio seguro y confinado donde puedan estar cómodamente separados cuando no estén supervisados.
- Recuerde mantener la seguridad al supervisar a sus mascotas. Un gato o perro inquieto podría redirigir su agresión hacia usted por error, y los arañazos o mordeduras son lo último que necesita.
- Los perros deben conocer algunas señales básicas de entrenamiento para que sea más fácil realizar las presentaciones.
- Las presentaciones deben hacerse paso a paso, comenzando con interacciones muy breves. Cada presentación debe realizarse cuando todas las mascotas estén lo más tranquilas y relajadas posible, por ejemplo, después de comer.
- Mantén el control de la situación. Si tienes dudas, puedes dar un paso atrás. Este proceso puede llevar días, semanas o incluso meses.
A continuación se explica cómo comenzar el cuidadoso proceso de presentar perros y gatos para que (con suerte) se lleven bien.
1) Separación y confinamiento
Confina a la nueva mascota en una habitación de la casa. Prepara la habitación con ropa de cama, comida, agua y juguetes (y una caja de arena y un rascador para gatos). Asegúrate de que haya escondites acogedores para tu nueva mascota, sobre todo si parece tener miedo.
Evite el contacto visual entre los animales. Permita que la nueva mascota huela y explore la habitación mientras la mascota residente tiene acceso al resto de la casa. Quizás tenga que poner a su perro en una jaula si escarba o araña la puerta para llegar al gato.
Durante los primeros días, permita que cada mascota descubra gradualmente los olores y sonidos de la otra entre puertas cerradas. Permita que cada mascota huela objetos con el olor de la otra. Cada mascota que muestre una curiosidad tranquila o un comportamiento neutral debe ser recompensada con elogios y golosinas .
Si una mascota muestra agresividad, ansiedad o sobreexcitación, retírela inmediatamente de la situación. Desvíe su atención hacia algo, como un juguete. No la regañe ni la castigue.
Unas cuantas veces al día, dale a la nueva mascota la oportunidad de explorar la casa sin la mascota residente cerca:
- Perro nuevo, gato residente: Confine al gato y permita que el nuevo perro explore la casa. Permita que el gato explore la habitación del perro sin la presencia del perro.
- Gato nuevo, perro residente: Saque al perro al exterior o a otra habitación y permita que el nuevo gato explore la casa. Algunos gatos tardan en salir de la habitación donde están confinados. Deje la puerta abierta para que el nuevo gato pueda entrar a la casa, pero no lo obligue a salir.
Con suerte, después de unos días, cada animal podrá tolerar la presencia del otro sin reaccionar de forma exagerada. Esté preparado, ya que esto podría llevar más tiempo. Si ambas mascotas se están adaptando bien (comen, beben, orinan y defecan con normalidad), continúe con el siguiente paso.
2) Contacto visual a través de una barrera
Ahora que las dos mascotas han podido sentir, oler y escucharse mutuamente, es hora de dejar que se vean.
Consigue una puerta para mascotas o bebés que puedas colocar en la entrada de la habitación donde se aloja la nueva mascota. Mantén al perro con correa como medida de precaución. No sujetes al gato, ya que podrías arañarlo o morderlo. Este proceso es más fácil si tienes a otra persona que te ayude. Así, cada mascota estará bajo supervisión directa.
Ambas mascotas deben mantenerse a una distancia razonable entre sí, a ambos lados de la puerta. Elógielas y ofrézcales premios. Abra la puerta lentamente, pero manténgala cerrada. No le dé mucha importancia, simplemente mantenga la calma y permita que cada animal descubra la puerta abierta desde la distancia.
Si alguna de las mascotas se vuelve ruidosa, agresiva, ansiosa o sobreexcitada, retírela inmediatamente de la situación. Al principio, es posible que solo pueda hacerlo durante unos segundos.
Repita este ejercicio varias veces al día durante varios días o semanas. Intente alimentar a las mascotas con la puerta abierta para que desarrollen asociaciones positivas entre sí. Puede pasar al siguiente paso cuando sienta que ambas mascotas pueden mirarse sin reaccionar exageradamente.
3) Reunión inicial
Esta etapa es muy similar a la anterior, excepto que ahora debe dejar que cada mascota se acerque a la puerta. Como siempre, mantenga el control sobre cada animal. El perro debe llevar correa y evitar que se abalance hacia la puerta. Manténgase cerca de la puerta para evitar que el gato la salte.
Tenga mucho cuidado de no ser mordido o arañado. No se debe permitir que el gato y el perro se toquen, solo que se acerquen y se huelan. Si la calma y las reacciones deseables persisten en ambas mascotas durante uno o más días, puede continuar. Regrese al paso anterior si uno o ambos animales se muestran temerosos o agresivos.
4) Interacción supervisada
supervisión. En este punto, el perro debe seguir con correa. El gato corre mayor riesgo de lesionarse y debería poder escapar si es necesario sin ser perseguido.
Organice sesiones breves donde ambas mascotas estén en la misma habitación. Trate sus reacciones de la misma manera que en los pasos anteriores. Aumente gradualmente la duración de estas sesiones, permitiendo que cada vez las mascotas se acerquen un poco más. Asegúrese de retirar los juguetes, la comida y la ropa de cama durante estas interacciones, ya que pueden provocar territorialidad en las mascotas. Debe crear un espacio neutral donde ambas mascotas se sientan cómodas. Esta etapa final puede ser la más larga, y durante este tiempo, las mascotas deben permanecer separadas cuando se queden solas.
Si tiene dificultades para enseñar a las mascotas a llevarse bien, consulte con su veterinario o un profesional certificado en comportamiento animal .
Gatos y perros viviendo juntos
Con el tiempo, puede que descubras que tu gato y tu perro aprenden a tolerarse. Con suerte, se harán amigos, quizás incluso jueguen y se acurruquen juntos. Sin embargo, es posible que nunca puedan quedarse solos de forma segura. Usa tu buen juicio en estas situaciones. Recuerda: más vale prevenir que curar.
Independientemente del resultado, asegúrese de que su casa esté preparada para que el gato tenga un espacio de esparcimiento sin perros. La comida, el agua y la caja de arena de su gato deben mantenerse permanentemente en zonas a las que el perro no pueda acceder. Además, puede ser conveniente entrenar a su perro en una jaula para que tenga su propio espacio seguro mientras usted no está. Como siempre, asegúrese de que sus mascotas reciban suficiente estimulación mental y física mediante ejercicio , juguetes entretenidos y un entrenamiento adecuado .