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La azitromicina es un antibiótico que en ocasiones se prescribe a los gatos para infecciones bacterianas, especialmente en las vías respiratorias . Siempre es importante seguir con precisión las instrucciones del veterinario al administrar este fármaco, como todos los medicamentos, para evitar complicaciones. Este fármaco puede tener efectos secundarios y reacciones adversas en los gatos, aunque no son muy habituales.
Tabla de contenidos
¿Qué es la azitromicina?
La azitromicina es un antibiótico que pertenece a la clase de medicamentos denominados antibióticos macrólidos. Se trata de medicamentos que se utilizan principalmente para tratar infecciones bacterianas específicas. Este medicamento actúa impidiendo que las bacterias produzcan proteínas esenciales. En la mayoría de los casos, la azitromicina tiene efectos bacteriostáticos, lo que significa que no mata las bacterias directamente, sino que ralentiza su crecimiento lo suficiente para que el sistema inmunológico del gato haga el resto.
Usos de la azitromicina en gatos
En los gatos, la azitromicina se utiliza con mayor frecuencia para tratar ciertos tipos de infecciones bacterianas. A menudo se trata de bacterias que causan infecciones de las vías respiratorias superiores, como las especies Bordetella , Streptococcus, Mycoplasma y Staphylococcus. No se considera el antibiótico de primera elección para estas infecciones la mayoría de las veces, sin embargo, tiene algunas propiedades que lo convierten en una buena opción en las circunstancias adecuadas.
Su veterinario decidirá si se justifica el uso de antibióticos y es posible que desee realizar un cultivo y un antibiograma antes de recurrir a un antibiótico como la azitromicina. En muchos casos de infecciones de las vías respiratorias superiores, pueden originarse como una infección viral sin complicaciones, que puede no requerir el uso de antibióticos cada vez que se oyen estornudos y mocos.
Dosificación y administración
La azitromicina se presenta en forma de cápsulas, comprimidos o una formulación líquida que se administra por vía oral. También se presenta en forma inyectable que se aplica debajo de la piel como inyección subcutánea y probablemente se administrará en el consultorio de su veterinario. Siempre debe seguir atentamente las instrucciones de su veterinario para administrar azitromicina, ya que este medicamento se dosifica según el peso, por lo que la dosis de su gato será específica para su tamaño.
En este momento, no existe una fórmula específica para uso veterinario, por lo que a los gatos se les receta una fórmula para humanos. La marca más común es Zithromax. En algunos casos, también es posible preparar este medicamento en una forma que le resulte más sabrosa a su gato. Una farmacia especializada en fórmulas magistrales a menudo puede preparar una fórmula líquida o masticable con sabor a atún, pollo u otra de las golosinas favoritas de su gato.
Efectos secundarios
En la mayoría de los casos, este medicamento es seguro para su uso en gatos y tiene efectos secundarios limitados. Sin embargo, como muchos antibióticos, a veces puede alterar el tracto digestivo. Esto puede provocar síntomas como vómitos , diarrea, dolor abdominal y/o disminución del apetito si sienten náuseas. Por estos motivos, generalmente se recomienda administrar este medicamento con el estómago lleno o poco después de comer para reducir la probabilidad de problemas estomacales.
Este medicamento es eliminado de la circulación por el hígado, como muchos otros fármacos. En casos excepcionales, puede provocar elevaciones de las enzimas hepáticas que se miden en análisis de sangre de rutina.
Por último, el efecto secundario más inusual de la azitromicina serían las reacciones de hipersensibilidad. Se trata de reacciones que no se pueden predecir, pero que en un número muy reducido de pacientes pueden provocar signos de reacción alérgica grave , como urticaria, hinchazón de la cara o dificultad para respirar. Aunque es poco frecuente, esto puede ocurrir con casi cualquier medicamento, por lo que es necesario que un veterinario examine a su mascota de inmediato. En todos los casos de medicamentos recetados, su veterinario ha sopesado los beneficios y los riesgos, y ha recetado un medicamento cuando los beneficios superan los riesgos para su mascota.
En el caso de que su gato muestre alguno de estos signos, o cualquier otro comportamiento anormal o signos físicos, siempre es mejor consultar a su veterinario de inmediato antes de continuar con la medicación.
Factores de riesgo
Siempre es mejor hablar con su veterinario para revisar cualquier condición médica actual de su gato o los medicamentos que esté tomando actualmente antes de comenzar con un nuevo medicamento. Puede haber algunos factores de riesgo relacionados con estas situaciones, entre ellos:
- Enfermedad hepática : Los gatos que padecen una enfermedad hepática existente pueden tener un mayor riesgo de sufrir complicaciones si usan este medicamento en su dosis normal.
- Interacciones con otros medicamentos : algunos medicamentos pueden interferir con la eficacia de la azitromicina. Siempre informe a su veterinario sobre todos los medicamentos que esté tomando su gato en un momento dado.
- Resistencia a los antibióticos : la resistencia a los antibióticos significa que, con el tiempo, la población de bacterias en el cuerpo de su gato puede mutar y desarrollar resistencia a un antibiótico. Si eso sucede, significa que su gato dejará de responder al medicamento y sus síntomas de enfermedad pueden volver y no responder al tratamiento.
Esté atento a los signos iniciales de la enfermedad de su gato y asegúrese de notificar a su veterinario si nota que esos signos regresan a pesar del tratamiento continuo.