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La sarna canina puede afectar a cualquier perro, independientemente de su edad, raza o tipo de pelaje. Es poco frecuente que un solo perro de una casa con varias mascotas presente síntomas clínicos. A diferencia de la sarna demodécica , que no es contagiosa, la sarna sarcóptica es tan contagiosa que, por lo general, si un animal de la casa se ve afectado, todos los animales se infectan.
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Ciclo de vida de la sarna sarcóptica
La sarna sarcóptica, también conocida como sarna canina, es una enfermedad parasitaria causada por Sarcoptes scabei var. canis, un ácaro microscópico circular de patas cortas que excava en la piel.
Después de excavar, el ácaro hembra forma un túnel y pone de tres a cinco huevos por día. Las larvas emergen al cabo de tres a ocho días y, después de la eclosión, las que migran a través de la superficie de la piel del animal huésped suelen morir. Pero la mayoría de las larvas permanecen en el túnel o en sus extensiones (llamadas “bolsas de muda”), donde se desarrollan hasta convertirse en ninfas.
Algunas ninfas permanecen en los túneles y bolsas de muda originales, mientras que otras excavan y forman nuevos túneles. Unas pocas se acercan a la superficie de la piel para alimentarse y aparearse, donde se hace posible la transmisión a otro huésped. La siguiente muda produce ácaros adultos machos y hembras. El ciclo de huevo a adulto dura entre 17 y 21 días. Los ácaros tienen una vida media de tres a cuatro semanas.
¿Cómo se contagian los cachorros de la sarna canina?
Los ácaros que transmiten la sarna canina suelen transmitirse por contacto directo entre perros. El ácaro vive todo su ciclo de vida en el perro, pero puede sobrevivir hasta 48 horas fuera de un huésped. Esto significa que un cachorro podría contraer los ácaros simplemente durmiendo sobre una manta usada por un perro infectado o compartiendo herramientas de aseo como cepillos.
La mayoría de los perros desarrollan síntomas aproximadamente tres semanas después de la exposición. El ácaro prefiere las zonas del cuerpo con poco pelo, como el corvejón, el codo, la zona que rodea los ojos y el hocico, el estómago, la aleta auricular y la raíz de la cola.
Signos de la sarna sarcóptica
Los ácaros que excavan producen una picazón intensa que incita al cachorro infectado a morder, rascar y frotar las áreas afectadas. El reflejo de rascado en los cachorros afectados se puede estimular fácilmente; con solo manipular el pabellón auricular (orejera), el cachorro a menudo pateará una pata trasera como reacción.
El rascado excesivo produce inflamación de la piel y, a menudo, pápulas rojas y llagas, así como infecciones secundarias. Se forman costras en la superficie de la piel afectada y, a medida que la enfermedad se intensifica, la piel se engrosa.
Los perros que no reciben tratamiento tienen la piel seca, muy arrugada y gruesa. La piel dañada provoca la caída del pelo suelto y, a su vez, la escasez de pelo proporciona al ácaro un entorno aún mejor para proliferar.
Diagnostico y tratamiento
Si no se trata, la enfermedad puede continuar durante meses o años. Las víctimas con una infestación avanzada de ácaros se vuelven irritables e inquietas y, posteriormente, comienzan a perder peso. El diagnóstico se basa en los signos de la enfermedad y en el hallazgo del ácaro en el examen microscópico de raspaduras de piel.
Tratamiento de la sarna en cachorros
La sarna puede ser difícil de diagnosticar porque los ácaros pueden ser difíciles de encontrar; solo en un 30 por ciento de los casos de sarna canina se localiza un ácaro en raspaduras de piel. Por este motivo, la afección puede confundirse con seborrea, alergia a las pulgas u otras afecciones de la piel.
El tratamiento suele ser el mejor diagnóstico. Los perros que responden favorablemente a la terapia se consideran con sarna. El tratamiento consiste en medicamentos para matar los ácaros y terapias adicionales para aliviar la picazón y las infecciones cutáneas secundarias. Existen opciones de tratamiento con acaricidas tópicos, orales e inyectables. Si se elige un medicamento tópico, se recomienda cortar el pelo del cachorro.
Existen varios escabicidas eficaces disponibles en el mercado a través de veterinarios. Por lo general, se necesitan varios tratamientos durante varias semanas para obtener resultados satisfactorios. La ivermectina, que es el ingrediente activo de algunos preventivos contra el gusano del corazón, también es eficaz contra la sarna sarcóptica. La ivermectina debe evitarse en collies, shelties y razas relacionadas debido al riesgo de toxicidad y reacción adversa.
Las infecciones secundarias generalmente responden a champús medicados y collares isabelinos para prevenir más traumatismos autoinfligidos, pero algunos casos requieren antibióticos orales. En casos graves de infección sarcóptica, puede estar justificado el uso de terapia concurrente. También es importante una dieta equilibrada y de alta calidad para los cachorros afectados.
Debido a que la enfermedad es tan contagiosa, todos los perros y gatos que estén en contacto con el animal afectado deben recibir tratamiento. Algunos cachorros pueden ser portadores del ácaro sin presentar nunca síntomas clínicos.
Cómo afecta la sarna del cachorro a las personas
La sarna canina afecta casi exclusivamente a los perros, pero también puede provocar enfermedades cutáneas en gatos o en personas. Afecta con mayor frecuencia a los dueños que dejan que el cachorro duerma en su cama o que lo cogen en brazos durante mucho tiempo.
En las personas, el ácaro causa picor e inflamación, y la exposición prolongada puede producir llagas. Sin embargo, el ácaro no se reproduce en las personas y, por lo general, curar al cachorro también cura al dueño en un plazo de siete a 28 días después del tratamiento del perro afectado.
Una vez curados, los perros no son inmunes a la reinfección. Parte del tratamiento debe incluir la desinfección de la cama del perro, los utensilios de aseo, el collar y los transportines, para evitar la reinfestación. La exposición reducida a otros perros y un tratamiento enérgico lo antes posible mantendrán a su cachorro libre de esta enfermedad.