Los cachorros suelen mostrar miedo cuando se enfrentan a personas, animales o situaciones desconocidas. Esta emoción normal es un mecanismo de protección que impulsa al perro a luchar o huir del peligro. Es común a todos los animales (incluidos los humanos). Hay medidas que puedes tomar para aliviar algunos de los miedos de tu cachorro y evitar que reaccione exageradamente cuando se asuste.
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Identificar el miedo
Existen circunstancias casi ilimitadas que pueden provocar un comportamiento temeroso o ansioso en un perro joven. Algunas son más comunes que otras. Todo lo que esté fuera de la experiencia del cachorro suele percibirse como una amenaza potencial, en particular por parte de mascotas sumisas o tímidas. Resulta útil para fines de adiestramiento si puede identificar un miedo específico. Algunos miedos comunes incluyen:
- Los ruidos extraños o la aproximación de un desconocido pueden provocar una reacción en cualquier perro, pero pueden resultar especialmente atemorizantes para un cachorro.
- Estar solo puede ser un desencadenante de la ansiedad de un cachorro.
- Los cachorros pueden reaccionar con miedo a animales desconocidos, al encontrarse con niños o a la presentación de bebés.
- Los cachorros pueden asustarse al ver a alguien uniformado, con pelo largo o con sombrero.
Algunas razas del norte, como los huskies siberianos, así como perros de razas más grandes, como los pastores alemanes y los labradores retriever, parecen ser más propensos a sufrir fobias a los ruidos, como el miedo a las tormentas eléctricas o a los fuegos artificiales. Y un perro que se asusta por algo específico durante el período de socialización puede reaccionar siempre a ese estímulo de manera temerosa.
Una cama para perros diseñada especialmente para cachorros puede ayudar a consolar a los cachorros que sufren de miedo o ansiedad.
Mira cómo reacciona el cachorro
La respuesta del cachorro al miedo depende de las circunstancias y de lo confiado (o no) que pueda estar. Cuando se presenta la oportunidad, la mayoría de los cachorros huyen o intentan esconderse de la amenaza. Los cachorros ansiosos o temerosos de quedarse solos pueden intentar escapar arañando ventanas o puertas, llorando o aullando para pedir compañía o incluso mordiendo o eliminando de forma inapropiada. Un perro sumiso se agacha en una posición baja y luego se da la vuelta y realiza una micción sumisa para apaciguar la amenaza percibida.
Cuando no es posible escapar y el cachorro se siente acorralado o está defendiendo su propiedad (el patio, por ejemplo), el resultado puede ser una agresión inducida por el miedo . Puede notar esta reacción en su cachorro cuando usted mete la mano en su jaula y gruñe y le muerde, pero luego se vuelve amigable y feliz una vez que sale del encierro. El perro no puede escapar de la jaula, por lo que sus manos pueden provocar una reacción de miedo a la jaula.
Tu cachorro comunica su miedo e intenta ahuyentar la amenaza gruñendo, ladrando, erizando el pelo y aplanando las orejas. Estas señales tienen como objetivo hacer que el agresor retroceda y, si no funcionan, el perro puede atacar.
Reducir el miedo
La mejor manera de prevenir el miedo es generar confianza a una edad temprana exponiendo a los cachorros a una variedad de nuevas experiencias positivas. Los perros que son particularmente tímidos pueden beneficiarse del entrenamiento de obediencia y las sesiones de juego interactivas. Nada genera más confianza en los perros que recibir elogios por hacer algo bien. Jugar a la cuerda con una toalla es un gran estímulo para la confianza de los perros.
Si nota que un desencadenante en particular es la única causa de su miedo, intente eliminarlo. Si eso no es posible, ayude lentamente a su perro a acostumbrarse al desencadenante y, con pequeños pasos, es posible que su miedo desaparezca.
Problemas y comportamiento de prueba
Muchos perros jóvenes tienden a ser tímidos durante la adolescencia, alrededor de los 4 o 5 meses de edad. Una socialización cuidadosa con los posibles desencadenantes durante este período puede ser útil. La mayoría de estos comportamientos relacionados con el miedo desaparecen a medida que el perro madura, gana confianza y se acostumbra a la situación desencadenante. Las excepciones pueden convertirse en comportamientos problemáticos.
Castigar al perro por tener un comportamiento temeroso no funciona y, en algunos casos, agravará el comportamiento. Un perro extremadamente temeroso, especialmente uno que reacciona con agresividad, necesita más ayuda de la que la mayoría de los dueños de mascotas pueden ofrecer. Consulte a un especialista en comportamiento animal para obtener asesoramiento; algunos perros pueden beneficiarse de los medicamentos contra la ansiedad.