La orden de quedarse quieto es una orden básica esencial que todos los perros deberían aprender. Casi tan importante como venir cuando se le llama , la orden de quedarse quieto puede evitar que su perro se involucre en situaciones peligrosas. También le permitirá mantener a su perro quieto y tranquilo mientras se ocupa de las tareas domésticas, entretiene a los invitados o lo lleva a lugares públicos.
Este entrenamiento de órdenes no es muy difícil de lograr. Deberá practicarlo de manera constante con su perro y debe lograrlo en incrementos de cinco a diez minutos, dos o tres veces al día. Un entrenamiento exitoso de “quedarse quieto” ocurre cuando su perro no se mueve en absoluto de la posición original. Al entrenarlo, comience con períodos de uno a dos segundos de quedarse quieto y vaya aumentando hasta varios minutos.
Tabla de contenidos
Reúna suministros
Antes de comenzar, necesitará un collar para perros, una correa extra larga (de 4,5 a 9 metros, si es posible) y golosinas de entrenamiento que le encanten a su perro. Puede utilizar este entrenamiento con un perro que ya conozca las señales para sentarse y/o acostarse . Si su perro no conoce estas órdenes, vuelva atrás y trabaje con ellas primero.
Prepare a su perro
Colóquele el collar y la correa extra larga a su perro. Con el tiempo, no necesitará la correa para la orden de quedarse quieto, pero es útil al principio en caso de que su perro no se quede quieto. Además, colocarle la correa y el collar puede convertirse en un ritual para indicar que comenzará el adiestramiento.
Dar la orden
Dile a tu perro que se siente o se tumbe. Si tu perro está excitado o inquieto, es posible que tengas más éxito si empiezas con él tumbado. Dile “quieto” con voz firme y clara mientras levantas una mano con la palma hacia afuera (como si estuvieras indicando que se detenga). Si tu perro no se mueve, dale un premio y felicítalo.
Liberar y repetir
Libera a tu perro de la orden diciendo “OK” y animándolo a moverse. Indica a tu perro que se siente o se tumbe de nuevo y elógialo cuando lo haga. Vuelve a decir “quieto” con el movimiento de la mano mientras das uno o dos pasos hacia atrás. Si el perro se queda quieto, camina hacia él lentamente. Es posible que tengas que mantener la señal con la mano en juego. Si el cachorro sigue quieto, dale un premio y elógialo. Si se mueve, empieza de nuevo desde el principio.
Añade más tiempo y distracciones
Repita este proceso cinco o seis veces, retrocediendo gradualmente más pasos y aumentando el período de tiempo entre “quédese” y “OK”. Una vez que su perro pueda quedarse quieto durante 30 segundos o más al final de la correa larga, comience gradualmente a agregar distracciones, cambie las ubicaciones del entrenamiento, aumente la distancia e intente alejarse de la línea de visión de su perro durante la permanencia.
Problemas y comportamiento de prueba
Realice el entrenamiento en un área sin distracciones. Si no tiene un patio trasero, un parque concurrido no es un buen lugar para este entrenamiento, porque hay demasiadas distracciones para que el perro se concentre en sus órdenes. Pruebe un parque vacío (vaya temprano por la mañana) o pregúntele a un amigo o vecino si puede usar un patio cercano para un poco de paz y tranquilidad. Un error común es asumir que su perro conoce la orden después de algunas sesiones de entrenamiento y confiar en que siempre la seguirá. Tenga cuidado con un perro recién adiestrado. Manténgalo con la correa y no lo lleve a una situación peligrosa confiando en su capacidad para quedarse, especialmente en un lugar con muchas tentaciones.