“Abajo” o “acuéstate” es una orden básica importante que tu perro debe aprender. Lo ideal es que todos los perros sepan cómo acostarse cuando se lo piden sus dueños. La orden “abajo” puede ser muy útil cuando necesitas que tu perro se relaje en una situación agitada o para mantenerlo en una posición quieta durante un largo período de tiempo. También es el primer paso en algunos trucos para perros , incluido el popular giro . Afortunadamente, enseñarle “abajo” a tu perro es casi tan simple como entrenarlo para que se siente .
Cuando tu perro está en la posición correcta, su pecho, codos y corvejones están en contacto con el suelo. Lo ideal es que permanezca así hasta que lo sueltes. Con la práctica, puedes lograr que tu perro perfeccione su posición acostada, y es una orden fácil de enseñar.
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Cómo enseñarle a tu perro a tumbarse
Antes de comenzar, asegúrese de tener muchas golosinas deliciosas para ofrecerle a su perro. Lo ideal es que sean pequeñas, suaves y deliciosas para su perro. Reserve estas golosinas solo para las sesiones de entrenamiento y use diferentes golosinas para recompensas generales.
Reserve entre cinco y diez minutos en un área libre de distracciones. Si utiliza el adiestramiento con clicker con su perro , asegúrese de tenerlo a mano.
- Comience por llamar la atención de su perro. Muéstrele que tiene una golosina en la mano.
- Sostén la golosina frente a la nariz de tu perro, pero no dejes que la tome todavía. Luego, mueve lentamente la golosina hacia el suelo y deja que tu perro la siga.
- Repite este movimiento hasta que tu perro baje por completo. Intenta alejar un poco la golosina si tu perro no la sigue con el cuerpo.
- Una vez que su perro esté completamente acostado (es decir, que sus codos y corvejones estén en el suelo), dele la golosina y luego acarícielo y elógielo.
- Una vez que su perro haga el movimiento de abajo con la golosina de manera constante, agregue la señal verbal. Diga la palabra “abajo” de manera clara y firme mientras mueve la golosina hacia el suelo.
- Repita esto hasta que su perro se tumbe con solo la señal verbal y sin ninguna golosina como guía. Continúe recompensándolo con una golosina después de que su perro se tumbe.
Lo mejor es realizar sesiones de entrenamiento breves una o dos veces al día. Realice las sesiones en distintos lugares, tanto interiores como exteriores. Intente siempre finalizar las sesiones con una nota positiva. Si es necesario, busque otra señal que su perro conozca (como sentarse) y finalícela seguida de una golosina.
Añadir el lanzamiento
Cuando tu perro pueda tumbarse con éxito cuando se lo ordenes, será el momento de introducir la palabra de liberación. Esto es lo que dirás cuando le des permiso a tu perro para levantarse. Muchas personas utilizan la palabra “OK” para la señal de liberación, pero cualquier palabra que quieras utilizar funcionará siempre que seas constante.
Empiece con pequeños incrementos de tiempo, haciendo que su perro se tumbe durante no más de 30 segundos antes de soltarlo. Para inculcarle esto, puede utilizar el comando “quieto” y luego el comando de liberación cuando esté listo para dejar ir al perro. Vaya aumentando gradualmente el tiempo hasta que su perro se quede tumbado hasta que usted diga “OK”, sin importar cuánto tiempo pase.
Problemas y comportamiento de prueba
Si aún tienes problemas para conseguir que tu perro se tumbe con golosinas, puedes intentar marcar el comportamiento. La próxima vez que tu perro se tumbe de forma natural, dile “abajo”, luego elógialo y prémialo. Prueba esto cada vez que lo pilles tumbado. Probablemente tendrás que llevar golosinas contigo para que esto funcione. También es bastante fácil capturar comportamientos con un clicker .
Cuando su perro responda rápidamente a la orden de echarse, intente ir añadiendo distracciones de forma gradual. También debe comprobar el comportamiento entrenándolo en distintos lugares y situaciones.
Una vez que tu perro se convierta en un experto en tumbarse, ya no tendrás que darle una golosina cada vez. Es una buena idea darle golosinas de vez en cuando para reforzar el comportamiento. Además, recompensarlo con elogios siempre es una buena idea. Después de todo, a tu perro le encanta complacerte, las golosinas son solo un extra.