Los hámsteres a veces muerden, aunque normalmente solo lo hacen cuando se asustan. La mayoría de las veces, tu hámster será un compañero tierno y cariñoso, pero en algunas situaciones, los hámsteres pueden morder y lo hacen. Sin embargo, es raro que un hámster sea realmente agresivo y normalmente solo muerde cuando se asusta.
Puede que esos dientes diminutos no hagan tanto daño como los de otros animales, pero una mordedura dolerá y no conviene que la hagas. Afortunadamente, puedes entrenar a tu hámster poco a poco para que acepte que lo manipulen y deje de morder.
Tabla de contenidos
¿Por qué los hámsters muerden?
Los hámsteres domesticados son aquellos que han sido manipulados con regularidad, por lo que están acostumbrados a las personas y no se asustan fácilmente. Por otro lado, los hámsteres que no han sido manipulados mucho no suelen ser muy mansos, y suelen morder si intentas cogerlos. Cuando te enfrentes a estos hámsteres , lo más importante que debes recordar es que muerden porque tienen miedo, no porque sean agresivos.
Cómo detener las mordeduras
La clave para manejar a un hámster que muerde es la paciencia. Debes ganarte la confianza de tu hámster, y este es un proceso lento y gradual. Este es un buen enfoque si has tenido un hámster durante algún tiempo y las mordeduras continúan siendo un problema. También es una excelente manera de presentarte a un nuevo hámster que puede ser un poco tímido al principio.
No te desanimes si tardas un mes o más en ganarte la confianza de tu hámster. Y si tu hámster se tranquiliza y responde más rápido de lo esperado, puedes acortar el tiempo entre los pasos. Si tu hámster sigue teniendo miedo en algún momento, vuelve al paso anterior y dedica un poco más de tiempo a trabajar en él.
Con el tiempo, tu hámster aprenderá a verte como una fuente de golosinas y no te tendrá miedo. Llevará un tiempo, pero al final valdrá la pena.
Semana 1: Deja que tu hámster se acostumbre a ti
Por la noche, cuando está más activo, pasa un rato sentado cerca de la jaula y habla con tu hámster. Puedes leerle o incluso cantarle si no sabes qué decirle. La idea es dejar que tu hámster se adapte a tu presencia, especialmente a tu olor y a tu voz.
Recuerda que mudarse a una nueva jaula en un nuevo entorno es muy estresante, por lo que este período también le da a tu hámster la oportunidad de adaptarse a la vida en su nuevo hogar. En este punto, no intentes tocar a tu hámster.
Durante estos primeros días con tu hámster, es posible que tengas que levantarlo para limpiar la jaula o devolverlo a la jaula después de que se haya escapado . Para levantar a tu hámster antes de que haya aprendido a aceptarte por completo, arrójalo hacia un rincón con una toalla o la boca abierta de un vaso para beber y luego levántalo con cuidado con la toalla o el vaso.
Semana 2: Deja que tu hámster se acostumbre a tu mano
Mientras sigues sentado junto a la jaula y hablándole a tu hámster, coloca la mano dentro de la jaula. Muévete muy lentamente. El primer día, coloca la mano justo dentro de la puerta o en la parte superior de la jaula. Cada día después, intenta introducir la mano un poco más.
No intentes tocar a tu hámster, pero si siente curiosidad, deja que huela o explore tu mano.
Semana 3: Ofrécele golosinas a tu hámster
A esta altura, es posible que ya hayas descubierto algunas de las golosinas favoritas de tu hámster . Si no es así, prueba con semillas de girasol, pasas y manzanas. Si bien debes alimentar a tu mascota con estas golosinas con moderación, pueden ser excelentes herramientas de entrenamiento.
Ofrécele a tu hámster estas golosinas con la mano desnuda que has estado poniendo en su jaula. Con el tiempo, probablemente se acercará a comer, lo que te ayudará a ganarte su confianza.
Semana 4: Acaricia a tu hámster
Una vez que tu hámster acepte las golosinas con comodidad, puedes empezar a acariciarlo suavemente. Si lo tolera, puedes pasar al siguiente paso: levantarlo. De lo contrario, sigue ofreciéndole golosinas y acariciándolo con paciencia.
Semana 5: Recoge a tu hámster
Si tu hámster acepta golosinas y te permite tocarlo, es hora de intentar levantarlo. Una vez más, hazlo lentamente y deja que tu hámster te guíe en cada sesión.
Una buena estrategia es atraer al hámster hacia tus manos con las golosinas. Luego, puedes intentar recogerlo con ambas manos.
Coloque una mano a cada lado de su hámster y luego junte las manos debajo de su vientre. Ahueque suavemente al hámster entre las manos, en lugar de sujetarle la espalda con fuerza. A veces, los hámsteres sienten que la presión sobre la espalda es una amenaza al principio.
No sostengas a tu hámster muy por encima del suelo por si intenta saltar de tus manos. Al principio, intenta sostenerlo ligeramente por encima del suelo de su jaula y, poco a poco, levántalo un poco más. Si sostienes a un hámster de frente a tu cuerpo, es menos probable que intente saltar.