¿Qué pasa si tu perro tiene una emergencia médica? A cualquiera de nosotros nos puede pasar una emergencia en cualquier momento. ¿Eres capaz de administrarle primeros auxilios a tu perro si es necesario? Se necesita una amplia formación médica para tratar médicamente a las mascotas de forma correcta y exhaustiva. Sin embargo, aún puedes aprender algunas formas sencillas de salvarle la vida a tu perro. Como dueño de un perro, es una buena idea comprender algunos conceptos básicos de primeros auxilios que pueden salvarle la vida en caso de que tu perro tenga una emergencia médica.
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Llame primero a su veterinario
El mejor lugar para tratar una emergencia médica de mascotas es una clínica veterinaria. Si es posible, llame al consultorio de su veterinario inmediatamente y luego diríjase al consultorio si se lo recomiendan. Mejor aún, puede subirse al auto y llamar al consultorio de su veterinario de camino. Si ocurre una emergencia cuando su veterinario está cerrado (o cuando está fuera de la ciudad con su perro), busque una clínica de emergencias las 24 horas, los 7 días de la semana. Familiarícese con la ubicación de los veterinarios de emergencia cerca de su casa y cerca de los lugares a los que viaja con su perro. Si ocurre una emergencia y no puede transportar a su perro de inmediato, llamar a un consultorio veterinario es el primer paso. Es posible que puedan indicarle algunos pasos para salvarle la vida.
Tenga a mano un botiquín de primeros auxilios
Es una muy buena idea tener a mano un botiquín de primeros auxilios para perros . Los elementos serán similares a los que guardarías en un botiquín de primeros auxilios para humanos. Sin embargo, es mejor mantenerlos separados. Aunque las tiendas de mascotas a veces venden botiquines de primeros auxilios ya preparados, es posible que prefieras hacer tu propio botiquín de emergencia para mascotas. Habla con tu veterinario si tienes preguntas sobre qué suministros son los adecuados. Los siguientes elementos deberían estar en el botiquín de primeros auxilios de tu perro:
- Termómetro y lubricante (a base de agua)
- Guantes de látex o nitrilo
- Limpiador antiséptico para heridas y/o toallitas (a base de betadina o clorhexidina, no alcohol ni peróxido de hidrógeno)
- Ungüento antibacteriano para heridas
- Cinta de vendaje (adhesiva y no adhesiva)
- Apósitos estériles antiadherentes para heridas
- Cuadrados de gasa
- Tijeras para vendas
- Pinzas
- Lavado de ojos (solución salina estéril)
- Tabletas de difenhidramina (Benadryl genérico)
- Peróxido de hidrógeno, fresco y sin abrir (para inducir el vómito, no para heridas)
- Toallas, paños y mantas
- Cortauñas y polvo astringente
- Un libro de instrucciones para emergencias de mascotas
Alternativamente, puede comprar un botiquín de primeros auxilios para mascotas ensamblado que contenga algunos o todos los suministros necesarios.
Mantén el botiquín de primeros auxilios de tu mascota en un lugar de fácil acceso en tu casa. No olvides llevarlo contigo cuando viajes con tu perro. Mejor aún, prepara varios botiquines de primeros auxilios para tener en casa y en tu(s) coche(s). Recuerda inspeccionar los botiquines de primeros auxilios cada pocos meses para asegurarte de que estén organizados, bien abastecidos y de que los artículos no estén vencidos.
Qué hacer si tu perro tiene una emergencia
Si ocurre una emergencia, mantén la calma pero actúa rápido. Lo primero que debes hacer es evaluar a tu perro: ¿respira? ¿Está consciente? ¿Sangra? Una vez que sepas cómo responder, puedes tomar medidas para estabilizar a tu perro. Luego, comunícate con tu veterinario lo antes posible. Sigue el consejo de tu veterinario, que suele ser llevar a tu perro al veterinario de inmediato.
Lo mejor es tomarse el tiempo ahora para aprender a identificar y manejar algunas de las emergencias más comunes. Haga esto antes de que su perro tenga una emergencia. Recuerde, el mejor plan es ir a la clínica veterinaria y/o llamar por teléfono. Mientras tanto, hay algunos pasos que puede seguir para comenzar a brindarle primeros auxilios a su perro durante una emergencia.
Dificultad respiratoria y asfixia
Si su perro jadea o tiene arcadas, es posible que se esté ahogando o esté sufriendo algún otro tipo de emergencia respiratoria. Si es posible, intente abrirle la boca con cuidado y busque una obstrucción en las vías respiratorias. Si ve un objeto, intente retirarlo. ¡Tenga cuidado de no ser mordido!
Si no se puede sacar el objeto, intenta levantar al perro del suelo con la cabeza hacia abajo (en el caso de perros grandes, levanta la parte trasera para elevar el abdomen). Si el objeto no se cae, es posible que tengas que probar otras maniobras de estrangulamiento para perros .
RCP
Si su perro está completamente inconsciente y NO respira, es muy probable que no haya latidos cardíacos. El primer paso debe ser tratar de llamar la atención de su perro y asegurarse de que no haya ninguna reacción. A continuación, intente escuchar los latidos del corazón colocando su oído contra el lado izquierdo del pecho, justo detrás del codo. También puede intentar sentir el pulso colocando dos dedos en la parte interna de una pata trasera, específicamente en el medio de la parte interna del muslo. Si no puede detectar los latidos del corazón o el pulso, es posible que el corazón del perro se haya detenido.
La reanimación cardiopulmonar (RCP) la realiza mejor un profesional capacitado. Lamentablemente, el hecho es que una cantidad muy pequeña de mascotas que sufren un paro respiratorio y cardíaco se recuperan y siguen viviendo vidas saludables. Sin embargo, si desea brindarle a su perro la mejor oportunidad, es posible que desee comenzar con la RCP. Hay dos componentes principales de la RCP: respiración de rescate y compresiones torácicas . Tómese el tiempo para aprender a realizar la RCP con anticipación en caso de que alguna vez la necesite.
Sangrado
Un traumatismo puede provocar lesiones internas y/o externas en tu perro. Si tu perro sangra por la nariz, la boca u otro orificio, no hay mucho que puedas hacer, salvo acudir al veterinario de inmediato. Si tu perro sangra activamente por una herida externa, coloca suavemente una gasa o un paño limpio sobre la herida y aplica una presión moderada y constante en el lugar de la hemorragia. En caso de sangrado excesivo, eleva la zona si es posible. Intenta no alterar el coágulo levantando la gasa o el paño. Si se empapa de sangre, simplemente aplica otra capa de paño o gasa. Mantén la presión sobre la herida hasta que llegues a la clínica veterinaria y un profesional pueda hacerse cargo.
Debes pedirle a un veterinario que evalúe las heridas de tu perro lo antes posible. Las heridas tienen más posibilidades de curarse si se tratan de forma adecuada y rápida. Esperar a que un veterinario trate la herida aumentará la probabilidad de infección y otras complicaciones. También puede hacer que el tratamiento sea más caro.
Heridas
Si tu perro tiene una herida que no sangra profusamente (o si el sangrado se ha detenido), lo mejor que puedes hacer es llevarlo al veterinario para que le preste atención médica. Si no puedes acudir al veterinario de inmediato, intenta limpiar la herida con un enjuague con solución salina estéril o toallitas antisépticas a base de betadine. Cubre la herida con una gasa antiadherente, envuélvela con un poco de gasa y sujétala con una venda adhesiva hasta que puedas llegar al veterinario.
NOTA: Este vendaje no debe permanecer en su mascota más de 24 horas. Cuanto antes pueda acudir al veterinario, mejor. Lo ideal es hacerlo dentro de la hora posterior a la lesión. Las heridas causadas por peleas con otros animales son especialmente propensas a infectarse, así que no se demore.
Huesos rotos
Si su perro ha sufrido un traumatismo , es posible que no pueda determinar si se ha roto algún hueso. Si sospecha que tiene huesos rotos, asegúrese de minimizar el movimiento de esa zona. Si hay una herida abierta, proceda con las recomendaciones anteriores para el sangrado y las heridas mientras intenta mantener estable la zona (minimizar el movimiento). Diríjase al veterinario de inmediato para que se pueda estabilizar la fractura y su perro pueda recibir analgésicos.
Exposición a toxinas
Cada toxina requiere un tratamiento diferente, por lo que no existe una única forma de tratar la exposición de los perros a las toxinas. Si su perro ha estado en contacto con una sustancia peligrosa, lo mejor es llamar a un veterinario o a la línea directa de control de intoxicaciones. Si ha ingerido un veneno, es posible que le indiquen que induzca el vómito o no . Si ha habido contacto de la piel con una sustancia tóxica, debe lavar bien a su perro. En la mayoría de los casos, se recomienda una visita de seguimiento con su veterinario. En algunos casos, es posible que deba acudir al veterinario de inmediato.
Picaduras de insectos
Los perros son muy susceptibles a las picaduras y mordeduras de insectos debido a su curiosidad natural. La mayoría de los perros se ven mínimamente afectados por una o dos picaduras de abejas o picaduras de insectos. Sin embargo, múltiples picaduras o mordeduras, o un perro sensible, pueden provocar una reacción alérgica grave. Si su perro es picado o mordido por un insecto, limpie el área de la picadura (retire el aguijón si es visible).
Si se produce una hinchazón leve, es posible que desee administrarle difenhidramina a su perro. Pregúntele a su veterinario cuál es la dosis adecuada. La mayoría de los perros pueden tomar sin problemas un miligramo de difenhidramina por cada libra de peso corporal. Tenga en cuenta que esto puede causar somnolencia.
Si la hinchazón es severa en el sitio de la mordedura o picadura, si su perro tiene hinchazón facial o urticaria, o si su perro desarrolla dificultad para respirar, transpórtelo al consultorio veterinario más cercano para recibir tratamiento.
Las mordeduras de serpiente son un asunto diferente. Pueden ser fatales si no se tratan. Si cree que su perro ha sido mordido por una serpiente, acuda de inmediato a la clínica veterinaria más cercana. Si lo que pensaba que era una picadura de insecto, una picadura de abeja o una herida leve comienza a parecer más grave, no debe esperar para ver a un veterinario.
Convulsiones
Una convulsión no siempre es una emergencia, pero tampoco debe ignorarse. Si su perro no epiléptico tiene una convulsión breve y se recupera bien, debe acudir al veterinario lo antes posible (en un día o dos). Si su perro tiene una convulsión que dura más de un minuto o tiene varias convulsiones seguidas, debe acudir inmediatamente a la clínica veterinaria más cercana.
Golpe de calor
Los perros no son muy eficientes para refrescarse, lo que los hace propensos al sobrecalentamiento. Si su perro ha estado en un ambiente caluroso y se encuentra en algún estado de angustia, podría sufrir un golpe de calor o un agotamiento por calor. Primero, tome la temperatura rectal de su perro . Si es superior a 104 °F, puede ser un agotamiento por calor. Si es superior a 106 °F, es un golpe de calor.
El enfriamiento adecuado es el primer paso del tratamiento. Lleve a su perro a un área fresca con mucha circulación de aire fresco (el aire acondicionado es lo mejor, pero un ventilador es mejor que nada). Moje a su perro con agua fría. ADVERTENCIA: No use hielo ni agua muy fría. Estos pueden hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, atrapando el calor. Continúe controlando la temperatura rectal. Deje de enfriar a su perro a 103.5 °F para evitar un enfriamiento excesivo. Visite a su veterinario lo antes posible, incluso si su perro parece estar mejor. El daño interno puede no ser evidente durante días.
GDV/hinchazón
La dilatación gástrica y el vólvulo (comúnmente llamada hinchazón o GDV) es una afección grave en la que el estómago se llena de gases o alimentos y se retuerce. Los perros grandes y de pecho profundo tienen un riesgo especialmente alto de padecer esta afección. Si su perro presenta un abdomen extremadamente distendido acompañado de letargo extremo y, en algunos casos, arcadas improductivas, podría tratarse de GDV. No existen medidas de primeros auxilios que pueda tomar. Lo único que puede hacer es acudir al veterinario de inmediato.
Otras lesiones y enfermedades
Cualquier lesión o enfermedad que sufra su perro requerirá de cierta atención por su parte, aunque sea solo para observar y ver. Conozca los signos de enfermedad en los perros y cómo reaccionar. Si no está seguro de la gravedad de la afección de su perro, comuníquese con su veterinario. En caso de duda, no espere. Simplemente consulte a su veterinario.
Con suerte, nunca experimentará una emergencia con su perro. Sin embargo, la posibilidad siempre está presente. Si se toma el tiempo ahora para aprender cómo proceder, es posible que algún día pueda salvarle la vida a un perro.