Los ladridos de los cachorros sirven para muchas cosas, desde saludar a las personas hasta ser una forma de autodefensa. Pero, si los ladridos de tu cachorro se han vuelto constantes, pueden resultar molestos. Los ladridos no se pueden eliminar por completo, ya que son un comportamiento natural y una forma de comunicación de los cachorros , pero puedes enseñarle a tu cachorro a reducirlos.
Brindamos información de fondo sobre por qué su cachorro puede ladrar tanto, cómo reducir los ladridos y mantenerlos al mínimo, y consejos de entrenamiento que puede seguir.
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¿Por qué ladran los cachorros?
Los ladridos de los cachorros tienen muchas funciones. Los cachorros ladran cuando juegan, para saludarte a ti (o a otro animal) o para defenderse de intrusos que los asustan o intimidan . Considera el ladrido de tu cachorro como una alarma para perros: sirve como advertencia sobre cualquier cosa inusual, interesante o emocionante, como la llegada de un amigo o un extraño, un sonido repentino o una vista inesperada. En lugar de intentar eliminar por completo los ladridos, averigua por qué ladra el cachorro y enséñale la diferencia entre los ladridos apropiados y los ladridos problemáticos.
Cómo evitar que tu cachorro ladre
Una vez que hayas determinado por qué tu cachorro ladra, puedes comenzar a entrenarlo adecuadamente para que deje de ladrar . Ten en cuenta que el desarrollo mental de un cachorro es similar al de un niño pequeño, por lo que se aplican muchas de las mismas reglas de refuerzo a medida que le enseñas a tu cachorro el comportamiento adecuado. En concreto:
- Establezca reglas y respuestas coherentes. Si su respuesta a los ladridos excitados es a veces positiva y a veces negativa, su perro se confundirá. Mantenga la misma respuesta ante el mismo comportamiento y asegúrese de que los demás miembros de la familia hagan lo mismo.
- Asegúrate de que no haya problemas físicos ni psicológicos que provoquen el comportamiento. Si tu cachorro está asustado, tiene dolor o se siente enfermo, es probable que gimotee o ladre. Asegúrate de haber solucionado cualquier problema ambiental o de salud que pueda interponerse entre tu cachorro y el buen comportamiento.
- Utilice técnicas adecuadas para adiestrar a su cachorro. Recuerde que su cachorro es solo un bebé y solo sabe lo que usted le enseña. Evite la disciplina severa; los elogios, la amabilidad y otros tipos de refuerzo positivo pueden ayudar a que su cachorro crezca y se convierta en un perro bien adaptado y de buen comportamiento.
- No dejes que tus emociones interfieran con el entrenamiento. Si tu cachorro lloriquea cuando lo dejas solo, es posible que sientas la necesidad de consolarlo. Al hacerlo, estás recompensando el comportamiento y, por lo tanto, enseñándole al cachorro que lloriquear o ladrar es la mejor manera de llamar la atención.
Consejos de entrenamiento
Una vez que hayas eliminado las barreras del adiestramiento, deberías ver buenos resultados. Sin embargo, si sigues teniendo problemas para reducir la cantidad de ladridos que escuchas, estos consejos pueden ayudarte a solucionar el problema.
- No le respondas con ladridos. Cuando hables con tu cachorro, el tono de voz y el lenguaje corporal son tan importantes como las palabras que utilizas. Para algunos perros, ladrar es una expresión de alegría. Utiliza un tono de voz tranquilo cuando te dirijas a tu perro. Si gritas, puede pensar que te estás uniendo al coro y ladrar aún más fuerte.
- Aleja a la audiencia. Si tu perro ladra y tú acudes corriendo cada vez, recompensa su comportamiento. En cambio, cuando tu cachorro deje de ladrar, felicítalo y ofrécele un premio. Si sigue ladrando, dale la espalda y sal de la habitación. La mayoría de los perros quieren compañía, por lo que al marcharte, le indicas a tu perro que está haciendo algo mal. Tu perro aprenderá a estar callado si quiere que te quedes.
- Aborda las situaciones que ocurren con regularidad. Ladrarle al cartero les enseña a los cachorros a repetir el comportamiento una y otra vez. Es posible que quieras pedirle ayuda al cartero para eliminar los ladridos. Pídele al cartero que le dé una golosina a tu cachorro una vez que se haya callado y elógialo por estar en silencio.
- Ofrécele ejercicios de puerta. El sonido del timbre, los golpes a la puerta y las llegadas o salidas pueden excitar o asustar a los cachorros tímidos. Crea una asociación entre la puerta y los sonidos de la misma con cosas buenas para el cachorro. Prepara las llegadas a la puerta principal con un cómplice “visitante” cargado de golosinas para lanzar. Esto le ayuda a dejar de ver a los visitantes como amenazas. Esta es una forma de entrenamiento de desensibilización.
- Alivia el aburrimiento . Muchos cachorros ladran porque se sienten solos o aburridos. Incluso si el perro no tiene nada por lo que ladrar, el ladrido puede ser mejor que el silencio. Los juguetes para masticar que recompensan la atención del cachorro con golosinas sabrosas también llenan la boca, ya que no puede ladrar y masticar al mismo tiempo. Los rompecabezas y juguetes como el Kong Wobbler se pueden rellenar con mantequilla de maní o croquetas y deben manipularse para alcanzar el premio comestible.
- Bloquee los sonidos que le den miedo. Los perros inexpertos escuchan muchos sonidos “nuevos” que pueden provocar que ladre. Cuando los ladridos surgen del miedo , el producto de feromonas Comfort Zone con DAP puede ayudar a aliviar la angustia. Existen máquinas de ruido blanco disponibles para enmascarar los sonidos, o simplemente ponga la radio a un volumen normal y sintonícela con estática.
- Pruebe un nuevo tono. Los collares con tono emiten un tono fuerte y breve al primer “guau”. A menudo, eso es suficiente para que el cachorro se detenga y busque la causa del tono. Elimina el aburrimiento y los ladridos, a menudo en cuestión de minutos. Sin embargo, el collar debe ajustarse correctamente o puede “castigar” al perro equivocado si un amigo canino ladra cerca.
- Frene los ladridos con aroma. Los investigadores descubrieron que los collares de citronela son eficaces para adiestrar a los perros. Los collares de citronela emiten primero un tono de advertencia; si los ladridos continúan, se libera un chorro de aroma que detiene el ladrido. Algunos de estos collares incluso tienen activadores de control remoto.
Como cada cachorro es diferente, no todas las técnicas mencionadas anteriormente funcionan para todos los perros. La mayoría de las técnicas de adiestramiento requieren una inversión de tiempo y constancia. Si no ha visto ninguna mejora en tres a cinco días utilizando una de las técnicas antiladridos, pruebe con un enfoque diferente o considere trabajar con un adiestrador de perros profesional.