Cojera en los gatos

Gato blanco y naranja afuera sosteniendo una pata delantera.

Robert Petrovic / Getty Images

La cojera en los gatos es casi siempre un signo de dolor , pero la causa puede no ser obvia. Existen varias razones por las que un gato puede cojear, muchas de las cuales son lesiones que requieren atención veterinaria, por lo que es importante no dejar que pase sin tratamiento. Sin embargo, a veces puede ser necesario simplemente quitar una espina o astilla de la pata de su gato. Obtenga más información sobre las causas subyacentes de la cojera, cómo se realiza el diagnóstico y cómo se puede tratar esta afección.

¿Por qué los gatos cojean?

La cojera es el acto de caminar con una extremidad levantada o rígida. Generalmente es una reacción a una lesión o dolencia que le provoca dolor al gato y hace que levante la pata o la pierna para liberarse de la presión dolorosa de la extremidad. El resultado es un andar descoordinado y con sacudidas. La primera conclusión a la que se llega cuando se evalúa la cojera suele ser que se trata de un hueso roto, pero hay otras razones por las que un gato puede cojear.

  • Fractura: los huesos rotos son muy dolorosos, por lo que los gatos no soportan peso sobre una pata rota. Los traumatismos, la desnutrición o incluso el cáncer pueden provocar fracturas de huesos.
  • Articulación dislocada: Las articulaciones del hombro y la cadera pueden dislocarse si un gato sufre un trauma físico grave, como ser atropellado por un automóvil o caerse de una superficie alta.
  • Artritis: esta afección articular puede ser dolorosa y provocar que el gato cojee.
  • Uñas rotas o faltantes: las uñas de los gatos se curvan y pueden crecer dentro de la almohadilla de la pata en raras ocasiones.
  • Objeto extraño: espinas, astillas de madera, grapas y otros objetos afilados pueden alojarse en la pata o los dedos de su gato y causarle dolor.
  • Herida: Las mordeduras, rasguños, cortes, quemaduras y abrasiones en la pierna o la pata pueden provocar una herida dolorosa que provoca cojera.
  • Ligamento roto: el ligamento de la rodilla de un gato puede romperse y provocar inestabilidad en la articulación.
  • Lesión espinal: el daño a los nervios causado por una lesión espinal puede causar pérdida de movilidad en una extremidad.
  • Coágulo de sangre: un trombo en silla de montar es un tipo específico de coágulo de sangre que puede causar parálisis en las patas traseras. Es muy repentino, doloroso y potencialmente mortal.
Gato atigrado gris con una pata rota vendada.

Los huesos rotos pueden requerir una férula, un yeso o incluso cirugía.

Yelena Shander / Getty Images

Qué hacer si tu gato cojea

Para determinar qué hacer, deberá asegurarse de que su gato realmente cojea. La cojera es fácil de reconocer, incluso si su causa no lo es. En un gato, la cojera puede caracterizarse por un andar inestable o desequilibrado, una pata levantada, hinchazón de la extremidad afectada u otros signos evidentes de lesión.

Dado que existen diversas razones por las que un gato puede cojear, su veterinario deberá comenzar con un examen físico completo. Dependiendo de qué pata prefiera su gato, se evaluarán los signos de anomalía en los pies, las piernas, las caderas y los hombros.

Si no se observan signos evidentes de una herida, quemadura, objeto extraño o uña demasiado grande, se recomendará una radiografía. Las radiografías pueden detectar huesos rotos y articulaciones dislocadas, pero no desgarros de ligamentos, coágulos de sangre o daño a los nervios.

Es posible que sean necesarios estudios de diagnóstico por imágenes más amplios, como una resonancia magnética o una tomografía computarizada, para identificar la causa de la cojera.

Tratamiento para la cojera

La mayoría de las causas de la cojera se pueden abordar y reparar para que el gato pueda volver a llevar una vida relativamente normal. Por supuesto, el pronóstico variará según cada caso particular. Los tratamientos para la cojera dependen de la causa y pueden incluir:

  • Se pueden recetar medicamentos para el dolor, la inflamación y la infección.
  • Las heridas, quemaduras y uñas demasiado grandes se pueden limpiar y suturar según sea necesario.
  • Es posible que se justifiquen cirugías, férulas, vendajes o yesos en caso de huesos rotos o articulaciones dislocadas.

Probablemente será necesaria sedación o anestesia para la cirugía, así como para otros procedimientos (eliminación de objetos extraños, sutura de heridas).

En ocasiones, también es necesaria la fisioterapia para ayudar a que el gato recupere la movilidad. En casos poco frecuentes de lesiones traumáticas, puede ser necesario amputar quirúrgicamente la pata del gato.

Cómo prevenir la cojera

Dado que la mayoría de los casos de cojera en los gatos se deben a lesiones, y los gatos que viven al aire libre tienen más probabilidades de sufrir lesiones que los gatos que viven en interiores, mantener a su gato dentro de su casa es una excelente manera de evitar que sufra una cojera.

En caso de artritis o problemas articulares, los suplementos como la glucosamina, el sulfato de condroitina y los ácidos grasos omega 3 pueden ayudar a que su gato se mantenga más móvil y cómodo a medida que envejece. Además, ayudar a su gato a mantener un peso saludable puede prevenir problemas articulares.

Mantener las garras de tu gato recortadas puede evitar que las uñas demasiado grandes contribuyan a la cojera.

Si sospecha que su mascota está enferma, llame a su veterinario de inmediato. Para preguntas relacionadas con la salud, consulte siempre a su veterinario, ya que él ha examinado a su mascota, conoce su historial de salud y puede hacer las mejores recomendaciones para su mascota.
Scroll to Top