La agresión por caricias ocurre cuando un gato reacciona violentamente cuando lo tocan, generalmente momentos después de que parece estar satisfecho con el contacto. De los diversos tipos de agresión felina, ninguna confunde, frustra y asusta tanto a la mayoría de los dueños como la agresión por caricias, también llamada agresión relacionada con el estatus . El gato suplica atención y le encanta que lo acaricien, pero luego te muerde después de solo unas pocas caricias.
Estos gatos pueden morder o arañar para decir “déjame en paz” y detener interacciones como acariciarlos, que los levanten o se les acerquen, o que los muevan de su lugar favorito. Es un comportamiento común en los gatos, pero puedes trabajar con tu mascota para detenerlo.
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¿Por qué tu gato es agresivo cuando lo acaricias?
A diferencia de los perros, los gatos suelen tener poca tolerancia a las caricias y pueden sobreestimularse rápidamente. El tiempo que tarda una caricia en pasar de agradable a incómoda varía según el gato. Pero cuando llega a ese punto, el gato reacciona casi como si le estuvieran haciendo daño o sintiera dolor. Los especialistas en conducta animal se refieren a esto como agresión inducida por caricias .
La agresión por caricias parece ser más común en gatos jóvenes y enérgicos que son separados tempranamente de su camada y dejados solos durante largos períodos del día.
Darle una palmada al gato puede empeorar la agresividad, ya que la mayoría de los gatos ven la corrección física como un desafío. Es posible que se vuelvan aún más agresivos durante las sesiones de caricias posteriores.
La agresión por caricias puede ser explosiva y peligrosa, especialmente para niños pequeños bien intencionados. Aprenda a identificar y evitar situaciones que puedan llevar a este comportamiento.
Señales de agresión por caricias en los gatos
La comunicación varía un poco entre los gatos, al igual que el habla humana puede incluir diferentes acentos o coloquialismos. Pero el lenguaje corporal ofrece pistas sobre lo que tu gato pretende hacer:
- Una cola activa y orejas hacia abajo indican un ataque inminente.
- La dilatación repentina de las pupilas del gato indica excitación.
- El aumento de la frecuencia cardíaca (que puede sentir si el gato está en su regazo) indica que el gato está en alerta.
- Los ronroneos que se transforman en gruñidos bajos te advierten que debes retroceder.
- Las ondulaciones en la piel de la espalda sugieren agravamiento o irritación.
- Cualquier señal o combinación de señales significa que el rasguño o la mordedura son inminentes.
Qué hacer si tu gato se comporta de forma agresiva cuando lo acaricias
Estos consejos pueden ayudarle a llegar al fondo de la agresión por caricias y evitar que vuelva a ocurrir en el futuro.
Descartar causas médicas
Existen algunas afecciones médicas que pueden hacer que un gato se vuelva agresivo y debes descartarlas antes de intentar modificar el comportamiento de tu mascota. Haz que tu veterinario revise si hay signos de artritis , una lesión o problemas dentales para asegurarte de que no se trata de un dolor físico que esté provocando que tu gato rechace agresivamente tus caricias.
Cambia tu comportamiento
Mientras los mordiscos y los arañazos funcionen, tu gato seguirá utilizándolos para controlar la interacción. Haz que estos comportamientos sean innecesarios evitando las situaciones que los provoquen y/o gestiona las circunstancias de forma que el gato nunca tenga la oportunidad de morder o usar sus garras.
Sea constante y practique el amor duro. Si se da por vencido antes de haber establecido las reglas básicas para las caricias y la agresión, es posible que tenga que comenzar el condicionamiento desde cero.
Y recuerda, los malos hábitos de una mascota suelen empeorar justo antes de desaparecer, a medida que tu gato se esfuerza más para que el comportamiento que antes le daba buenos resultados vuelva a funcionar. Los especialistas en conducta llaman a esto una explosión de extinción y, cuando sucede, significa que estás en el camino correcto.
Umbral de caricias
Los gatos aceptan que otros gatos les acaricien la cabeza y el cuello. Sin embargo, las caricias en todo el cuerpo por parte de un humano pueden resultar inaceptables y hacer que el gato se sienta incómodo o incómodo. Es esta sensación de inquietud la que estimula los mordiscos o los arañazos.
Limite las caricias a la cabeza o la nuca del gato. Luego, identifique el umbral de caricias de su gato: cuente la cantidad de caricias que permite antes de agredirlo y preste mucha atención a su lenguaje corporal para poder dejar de acariciarlo antes de que reaccione exageradamente.
Pueden ser tres, cinco o más caricias. Una vez que hayas identificado el límite, detente antes de que el gato ataque para que puedas controlar la interacción. La clave para revertir este comportamiento es hacerle saber al gato que puedes confiar en ti.
Si el gato sigue sentado en tu regazo después de que te hayas detenido antes de llegar a su umbral, no lo empujes porque podría arañarte. Para terminar con las caricias, simplemente levántate y deja que el gato salte. No interactúes con el gato, que podría llorar para llamar tu atención. Otros gatos en esta situación podrían simplemente huir y enfurruñarse.
Utilice el refuerzo positivo
Se pueden utilizar recompensas y recursos para motivar al gato a responder adecuadamente. Acarícielo, pero deténgase antes de que llegue al umbral. Luego, ofrézcale una golosina antes de ponerse de pie para despedirlo.
Usa una golosina o un juguete para atraer a tu gatito y hacer que se aleje de los muebles o del camino en lugar de empujarlo o levantarlo, lo que pone tus manos dentro de la zona de ataque. Tira la golosina al piso o atrae al gato hacia abajo con una pluma.
También puedes entrenar a tu gato con clicker combinando recompensas de comida con un clicker que haga ruido.
Desensibilización
Con paciencia, puedes desensibilizar a tu gato y mejorar su tolerancia a las caricias. Si el gatito permite tres caricias antes de que sus orejas y cola le den señales de malestar, añade una caricia más, acompañada de una recompensa como un clicker; luego, detente y suelta al gato de tu regazo antes de que pueda morder. Si añades una caricia cada semana, con el tiempo puedes aumentar su umbral y evitar esos dientes afilados.