Incorporar un nuevo gato a la familia puede ser una experiencia emocionante, pero, al igual que los niños, son una gran responsabilidad. Es importante entender lo que se necesita para cuidar a un gato, lo que incluye saber qué afecciones pueden afectarlo negativamente. A continuación, se detallan algunas afecciones comunes que pueden padecer los gatos, cómo se tratan y qué se puede hacer para prevenir su aparición.
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Tabla de contenidos
Virus de inmunodeficiencia felina (VIF)
El virus de inmunodeficiencia felina (VIF) disminuye la función del sistema inmunológico y causa SIDA en los gatos. El virus se transmite a través de la saliva de un gato infectado, principalmente al morder . Los gatos que deambulan al aire libre, los gatos machos y los gatos mayores tienen más probabilidades de infectarse. Esta afección se diagnostica mediante un análisis de sangre. Su veterinario puede sugerirle que realice esta prueba cuando adquiera un gato nuevo.
Poco después de infectarse, los gatos pueden tener fiebre y ganglios linfáticos agrandados. Pronto, estos síntomas desaparecerán. El gato puede parecer saludable, sin más signos de infección durante meses o años. No existe cura. El tratamiento suele incluir cuidados paliativos y tratamiento de infecciones secundarias. Una vez que se diagnostica el VIF a un gato, lo tendrá de por vida.
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Virus de la leucemia felina (FeLV)
El virus de la leucemia felina (FeLV) es altamente contagioso y causa más muertes de gatos que cualquier otro organismo. El FeLV afecta a los gatos que están en contacto cercano. El modo principal de transmisión es por contacto con la saliva de un gato infectado. El virus se puede transmitir de otras formas, incluida la transmisión a través de la sangre, la orina, las heces y las secreciones lácteas. La mayoría de las veces ocurre a través del contacto social cercano. La afección se diagnostica con un análisis de sangre. Su veterinario puede sugerirle que realice esta prueba cuando adquiera un nuevo gato.
Los síntomas pueden ser multisistémicos. Pueden incluir anemia , supresión del sistema inmunológico, problemas reproductivos, inflamación intestinal e incluso trastornos neurológicos. No existe cura. Los cuidados paliativos y el tratamiento de los síntomas tienen como objetivo reducir los efectos sobre el sistema inmunológico. Una vez que se diagnostica FeLV a un gato, lo tendrá de por vida.
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Rinotraqueítis viral felina
La rinotraqueítis viral felina es el término que se utiliza para describir un grupo de agentes infecciosos que causan síntomas de las vías respiratorias superiores en gatitos y gatos. El herpesvirus y el calicivirus son responsables de aproximadamente el 90 por ciento de las infecciones respiratorias en gatos. Otros agentes incluyen Chlamydophila , Mycoplasma, Bordetella y otros. Es muy común que un gato se infecte con más de un agente.
La rinotraqueítis viral felina también es muy contagiosa. El virus se transmite a través de los estornudos húmedos de los felinos infectados. Los gatos infectados suelen proceder de refugios, son gatos que viven al aire libre o están alojados en estrecho contacto con muchos otros gatos. Los síntomas incluyen estornudos, ojos llorosos y secreción nasal. A veces, los gatos pueden presentar tos, úlceras bucales o nasales e incluso fiebre. El tratamiento depende de la gravedad de los síntomas, pero puede incluir antibióticos, líquidos y medicamentos antivirales. Hay vacunas disponibles, pero no son 100 por ciento preventivas. Ayudan a minimizar los síntomas.
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Giardia
Las giardias son organismos protozoarios unicelulares que pueden causar infecciones intestinales en los gatos. Aunque es poco frecuente, las giardias pueden transmitirse a los humanos. Los gatos que viven en grupos, como los que viven en refugios, son los más afectados. Las giardias tienen dos formas: el trofozoíto y el quiste. El trofozoíto es la forma parasitaria que vive dentro del huésped (gato), nadando y adhiriéndose al intestino. El quiste es la forma contagiosa y vive en el medio ambiente.
Los síntomas incluyen diarrea continua o intermitente y vómitos ocasionales. En muchos casos, no hay síntomas. El diagnóstico solía ser difícil, pero en los últimos años se creó una prueba casera que facilita el proceso. El tratamiento más exitoso incluye un desparasitante de amplio espectro recetado por un veterinario. Debido a que los quistes pueden adherirse al pelaje del gato infectado, pueden ser una fuente de reinfección. Por lo tanto, se debe dar un baño durante el curso del tratamiento. Se recomienda la descontaminación ambiental. Para ayudar a prevenir la propagación de los quistes de Giardia, la eliminación rápida y frecuente de las heces y la desinfección limitan la contaminación ambiental. Los quistes se inactivan con la mayoría de los compuestos de amonio cuaternario, vapor y agua hirviendo.
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Tiña
La tiña es una infección de la piel, el cabello o las uñas causada por un tipo de hongo conocido como dermatofito. La tiña es zoonótica, lo que significa que puede transmitirse a los humanos. La infección puede provenir del contacto directo con un animal infectado sintomático, el contacto directo con un portador asintomático o el contacto con esporas en el medio ambiente. La infección se transmite cuando las esporas se adhieren a la piel lastimada o irritada. Las lesiones cutáneas suelen aparecer entre una y tres semanas después de la exposición.
Los gatos infectados suelen desarrollar zonas calvas y escamosas con pelos rotos. También pueden desarrollar protuberancias similares al acné en la piel. Los sitios más comunes afectados por la tiña son la cara, las puntas de las orejas, la cola y las patas. La tiña se diagnostica mediante un cultivo de hongos, un examen con una lámpara ultravioleta y un examen microscópico directo del pelo o las escamas de la piel. Las infecciones por tiña a veces pueden desaparecer por sí solas, pero algunos gatos pueden necesitar tratamiento. Los champús y baños medicinales, y los medicamentos antimicóticos, pueden ayudar a acelerar la recuperación. También pueden prevenir una mayor propagación del hongo en el medio ambiente. Se puede utilizar lejía diluida para limpiar el entorno de la mascota. Si sospecha que usted o alguien de su hogar se ha infectado con tiña, comuníquese con su médico para obtener más instrucciones.